Nadie se sorprendió ayer en Castrogonzalo de la detención del menor de los hijos varones de "El Pastor" y la puesta en libertad del padre. Todos sospechaban, pero nadie se atrevía a decirlo en alto ante los forasteros, según manifestaban los vecinos a LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA el mismo viernes sin atreverse a declararlo públicamente y reiteraban ayer en voz alta, cuando se supo que la juez dejaba en libertad con cargos al sospechoso, de iniciales J.A.A.C., archivaba la causa abierta contra él y dirigía las actuaciones al Juzgado de Menores.

El pequeño, de 15 años, fue sospechoso desde el primer momento, junto a su progenitor, quien fue el foco de atención durante las 28 horas que permaneció detenido por la Guardia Civil. Sin embargo, la negativa reiterada de ambos en la implicación en el asesinato llevó a la policía judicial y a la juez a actuar con suma cautela, a tratar de enfrentar a los dos sospechosos a la espera de que alguno de los dos cometiera suficientes errores como para poder obtener indicios de su inculpación. Padre e hijo tuvieron que contrastar sus versiones en las dos reconstrucciones de los hechos realizadas en el mismo lugar donde la joven Leticia Rosino Andrés fue golpeada hasta la muerte, para arrojarla después por un terraplén hacia la zona próxima al río que se sitúa en la parte de atrás de la planta de residuos sólidos. La Guardia Civil no podía detener al menor de edad hasta no acumular suficientes indicios para consolidar una acusación, puesto que la Ley del Menor solo permite que se les mantenga detenidos 24 horas y ese corto plazo podía ser insuficiente, como así fue, para poder apuntarle.