La historia de Benito Pérez puede parecer uno más de la larga lista de asuntos pendientes de la guerra civil y de la Memoria Histórica, pero resulta en esencia el paradigma del drama de numerosas familias que durante años no han descansado o que seguirán sin hacerlo hasta encontrar a sus familiares represaliados para rescatarlos del anonimato de las fosas comunes o de las cunetas y darles un funeral digno con el que reposen finalmente en paz.

La historia de Benito Pérez, como si estuviera cosida, es en realidad la historia de Ginés Pérez Guerra, maestro nacido en Santa Colomba de las Monjas y fusilado en diciembre de 1936, posiblemente en Benavente, con 31 años de edad

Benito, domiciliado en Oviedo, ha dedicado años de su vida a encontrar los restos de su padre para darles sepultura junto a su madre en Pineo (Asturias). Su última pista le llevó a Benavente en 2015, de dónde en teoría su padre nunca habría sido trasladado y dónde según el acta de defunción emitida por el Registro Civil de Luarca, murió fusilado el 8 de diciembre de 1936.

En febrero de 2015 Benito creyó haber encontrado una pista definitiva y escribió al Ayuntamiento contando su caso y pidiendo ayuda para localizar a su padre a partir del testimonio de "un conocido, funcionario público de alto nivel, natural de Benavente y que reside en Oviedo, jubilado", que le aseguró que su padre "fue enterrado en el cementerio municipal de Benavente el 8 de diciembre de 1936".

Ginés Pérez Guerra, maestro propietario de Almuña (Luarca), falleció en Benavente, víctima de la represión franquista a los 3l años de edad, el día 8 de diciembre de 1936. Fue detenido sobre el 20 de noviembre por una pareja de la Guardia Civil que lo fue a buscar a Santa Colomba de las Monjas, donde residía temporalmente en la casa paterna, desde 13 julio de 1936, junto a su esposa y tres hijos. Fue trasladado a Benavente e ingresado en prisión, en la cárcel habilitada durante la guerra en el Hospital de Peregrinos de Santiago, relata en su carta al Ayuntamiento su hijo Benito.

Dada la caótica situación de aquella época -continúa Benito Pérez en su misiva al Consistorio- su partida de defunción tardó más de seis años en obtenerse y en ella se indica textualmente "que D. Ginés Pérez Guerra falleció el 8 de diciembre de 1936 a consecuencia de la guerra de liberación y su cadáver recibió sepultura en el cementerio de...,. de profesión Maestro Nacional, que estaba casado con Generosa Merás Álvarez, de cuyo matrimonio deja tres hijos llamados Joaquín, Benito y Ginés".

El 27 de noviembre de 1936 dirigió la que sería la última carta a su esposa y en la que " ya vislumbra claramente el trágico final que le espera, puesto que quiso ingresar en el Tercio, siendo inadmitido".

Ginés Pérez había nacido el 19 de agosto de 1905 y prestado unos 1l años de servicios al Estado, de los que catorce meses lo fueron como Servicio Militar obligatorio, en el Regimiento de Toledo no 35 de Zamora.

" En los últimos años, tendentes a localizar sus restos, se han realizado múltiples gestiones escritas ante organismos como Ministerio del Interior, Archivo de Memoria Histórica de Salamanca, Zamora, Archivo Militar de Guadalajara, idem del Noroeste, representantes de la ONU, todas con resultado negativo", relató su hijo Benito al Ayuntamiento en su misiva.

En ella se despide expresando el deseo de, a la vista de las indicaciones del funcionario benaventano que le había puesto en la pista, que se puedan localizar los restos mortales de su padre en el cementerio para ser exhumados.

La respuesta municipal la firmó el entonces alcalde Juan Dúo: "Le comunicó que una vez examinados los libros obrantes en este Ayuntamiento relativos a Registro de Enterramientos, Don Ginés Pérez Guerra no consta inscrito en el mismo. No obstante le informo de que existe una fosa común con enterramientos acaecidos en el periodo de la guerra civil, sin saber exactamente el número, estando registrados solamente una parte de los allí enterrados".

En estos años, según explicaron fuentes municipales, Benito Pérez ha visitado el cementerio de Benavente y sigue sin perder la esperanza de encontrar a su padre.