La proliferación de carteles de obras, ejecutadas hace años, en los espacios públicos, viene siendo rechazada por conductores y vecinos de las localidades donde se hallan instaladas estas vallas publicitarias.

Unas obras finiquitadas hace varios años y su cartel indicativo de los trabajos sigue permaneciendo en pie resistiendo a duras penas a las inclemencias metereológicas. Eso algunos de ellos, porque buena parte de estas vallas cuentan úncamente con la estructura metalica. Tanto el impacto visual como la peligrosidad en la que se encuentran algunas de estas estructuras son objeto de rechazo reclamando su retirada de terrenos de dominio público.

Estas vallas publicitarias o carteles instalados en un lugar fijo y bien visibble de las obras, ya realizadas, permitían la identificación de las mismas, tanto el objeto de la obra que se trata, del promotor, empresa adjudicataria, fecha de comienzo de los trabajos y de terminación prevista según los plazos exigidos. Pero, "¿cuándo se ha de retirar el cartel?" apuntan quienes demandan su retirada. Técnicos consultados aducen que tanto promotores privados como publicos han de ser los que retiren la valla o cartel de obra una vez que ésta se haya ejecutado. Tanto Ayuntamientos como Diputación, consejerías de la Junta respectivas, organismo de cuenca o la administración estatal, según sea el caso del proyecto promovido en uno u otro lugar. No obstante, en el caso de las obras públicas, muchos de estos carteles de obras siguen en el mismo lugar, años y años después de ser ejecutado el proyecto. Ejemplos como actuaciones en la ribera del Tera en Santa Croya, acondicionamiento de vial entre Santa María de la Vega y Coomonte, instalaciones públicas en Villanueva de Azoague, por citar algunos ejemplos en los que los carteles de obras siguen en pie desde hace años.