El Área de Obras de la Diputación Provincial ha sacado a licitación la reposición de las juntas de dilatación en el puente sobre el río Órbigo en Manganeses de la Polvorosa. La actuación cuenta con un presupuesto de 22.938 euros.

Esta intervención de obra ha venido siendo demandada por numerosos conductores aduciendo el deteriorado estado en que se encuentra la calzada, no sólo en el deterioro de las juntas que se hallan ya levantadas, sino en la plataforma del viaducto y en el deficiente sellado de las fisuras de esta carretera ZA-P-1511 en ambos sentidos, desde Morales de Rey y desde la salida y acceso a la A-52.

El acusado deterioro de las juntas de dilatación del puente obligó a la Diputación a instalar señalización vertical de prohibido circular a más de 40 kilómetros por hora. Extremo que ha sido criticado por los conductores. Más aún, esta señalización se encuentra únicamente cuando el vehículo se halla ya atravesando el puente, cuando anteriormente la vía tiene permitido circular a un máximo de 90 kilómetros a la hora. Una señal vertical advierte a los conductores a la entrada del puente de la existencia de badenes en la calzada.

La intervención de obra prevista por la institución provincial con la reposición de las juntas de dilatación viene a sacar de nuevo a la luz la decisión a adoptar con el viejo puente que se alza a pocos metros aguas abajo del nuevo viaducto y se encuentra vedado a la circulación rodada desde finales de enero de 2017.

La institución provincial tuvo que cerrarlo a la circulación, ya fundamentalmente vehículos agrícolas, tras detectarse fisuras y pérdidas del hormigón en sus pilastras. Esto se hacía a finales el 25 de enero del 2017, y en la primavera se encargaba un estudio detallado de los apoyos a una empresa especializada por el que se vinieron a abonar algo más de 3.000 euros. La opción con un presupuesto más económico de 406.943,59 euros se diferencia notablemente en el montante económico de la más cara que se eleva a una cantidad de 748.913,42 euros. El presupuesto más costoso vendría a llevar a cabo una intervención que en conclusión casi sería hacer un nuevo viaducto.

Sin embargo, los técnicos vienen ya trabajando sobre los accesos a las fincas de los vehículos agrícolas, tractores y demás, en el margen derecho del puente, en dirección a Benavente. Un estudio ya encargado también y que afectaría al acceso al casco urbano desde la carretera ZA-P-1511, en el puente nuevo construido en 1992, y viceversa. En esta zona se barajan varias opciones entre las que se construiría una raqueta para mejorar la circulación rodada.