La asignatura de Música, del Programa Interuniversitario de la Experiencia, se ha convertido para los más de cien alumnos de Benavente en un viaje al pasado ya que les ha permitido recordar cantos y melodías, sonidos y sensaciones de otra época. El musicólogo Luis Antonio Pedraza ha sido el encargado de guiar a los alumnos por el amplio contenido de esta asignatura que aborda el panorama actual de la música tradicional en Castilla y León.

La iniciativa, que acaba de terminar, se ha desarrollado en cinco sesiones. La primera ha sido básicamente teórica. "Lo importante era asentar que ellos tengan claros una serie de conceptos antes de empezar a escuchar instrumentos", explicó el profesor. Conceptos diferentes y que a veces se utilizan como sinónimos como son "música tradicional", "folklore", y "música popular".

Han seguido las clases con audiciones recogidas del trabajo de campo que lleva realizando desde hace 20 años Pedraza. "Ellos mismos han aprendido a analizarlas bajo un guión: instrumental, bailable...".

Las clases han sido enriquecedoras para los participantes, tanto para el profesor como los alumnos. "Es que no solo han sido clases, ha sido un diálogo continuo. Todo lo que yo les he estado contando ellos lo habían vivido de niños, en sus casas, con sus familias. Han vivido ese pasado prácticamente extinto y ha sido muy enriquecedor tanto para ellos como para mí. Ha sido un diálogo que ha sumado a que la clase sea más lúdica y entretenida", apostilló Pedraza.

Tras acercarse al repertorio tradicional de Castilla y León, para el que "no hay esquemas universalmente aceptado y esto supone un problema muy importante a la hora de su catalogación", continuaron las tres últimas sesiones dedicadas a los distintos tipos de instrumentos de la música tradicional en esta Comunidad Autónoma.

"Cada día hemos dedicado a una de estas familias de instrumentos cordófonos, aerófonos y de percusión. Haciendo interpretación, explicando sus peculiaridades y haciendo interpretación y que tenga una visión general de cada uno de ellos. Y que puedan identificar toda la cacharrería relacionada con la música tradicional", añadió el musicólogo.

En este sentido, los alumnos se han acercado a instrumentos de cuerda como el rabel, incidiendo en el de Porto de Sanabria, la zanfona o zanfoña o el salterio, que se toca con la flauta de tres agujeros y "es un instrumento que ya nos viene de la tradición del medievo. En muchas catedrales de nuestro país hay muchos ángeles interpretando este instrumento". También han conocido instrumentos de viento como la dulzaina, la gaita, las ocarinas o el requinto; y de percusión como castañuelas, cascabeles o sonajas.