El equipo de Gobierno del Ayuntamiento benaventano no mantendrá más conversaciones con la propietaria del número 2 de Lagares. "Ahora toca la aplicar la ley y no habrá más contactos ni mas dilaciones", adujeron fuentes municipales, que consideran que dos años y medio han sido más que suficientes para "conocer la forma de actuar" de la dueña del edificio. Regían en Benavente las Normas Urbanística Subsidiarias cuando los propietarios originales del inmueble se lo vendieron a la actual propietaria, viuda del desaparecido aparejador municipal, en activo en aquel momento. La redacción del Plan General de Ordenación Urbana contempló numerosas alineaciones en todo el entramado urbano, pero significativamente uno de los embudos más importantes del casco antiguo quedó fuera. El entonces concejal de Urbanismo tuvo que presentar alegaciones a su propio documento: los técnicos habían dejado fuera esta alineación. Este hecho, y la constatación de que se han ejecutado acciones de mantenimiento reiteradas en el edificio sin que conste permiso alguno y con el presunto fin de consolidar el inmueble, ha llevado al equipo de Gobierno a ver detrás "claros fines especulativos". "Basta ya de intereses privados consentidos durante años, es hora del interés general", indicaron las mismas fuentes.