La calle Lagares tendrá un ancho de calzada de ocho metros de principio a fin 11 años después de contemplarse la alineación en el Plan General de Ordenación Urbana. Pese a la omisión inicial de la oficina de Urbanismo, el "olvido" se corrigió gracias a una alegación de última hora presentada por el entonces concejal de área Justo Fernández. Sin esta reclamación, que causó una grave crisis en el entonces Gobierno socialista local, y su aprobación posterior, la calle Lagares no hubiera estado sujeta a esta ordenación urbanística salvo que el texto se hubiera modificado posteriormente. Paradójicamente será también un gobierno de izquierdas el que lleve a término el mandato del Plan General de Ordenación Urbana.

La propiedad dio ayer el primer paso para acabar con este embudo vial en pleno centro de la ciudad cumpliendo con el proyecto de derribo y aparcando el pulso que mantenía con el Ayuntamiento.

Una excavadora demolió la pared del inmueble poco antes de las siete de la tarde. La propietaria, que inicialmente iba a mantener algo menos de tres metros de altura de la pared del edificio y el muro contiguo, optó finalmente por acabar con todos los obstáculos que hubieran retrasado algunos meses la consumación de la normativa urbanística. Este derribo le otorga el derecho a reclamar la parte de propiedad afectada al margen del solar del inmueble derribado.

Los trabajos de derribo generaron expectación durante toda la jornada. Los benaventanos que pasaban por las calles Herreros y Lagares observaban los más y comentaban algunos los trabajos entre la incredulidad, el pesimismo por el desenlace, y el "ya era hora". Los hubo que, anticipándose al entierro de la sardina, llegaron a dar el pésame a los concejales.

La máquina que demolió la pared del número 2 y el muro contiguo solo dejó parte de la fachada en pié. Será derribada hoy. El Ayuntamiento tendrá que pedir la retirada de un poste de cableado del alumbrado público y el espejo que aún advierte a los conductores del tráfico que viene de la calle Herreros. El cartel de Calle Lagares fue retirado a media mañana y trasladado a la Concejalía de Urbanismo. Previsiblemente volverá a lucir en verano, aunque su sitio será otro y la calle ya no será lo que era.