José Ramón Gamo Rodríguez no repara en sus conferencias en desvelar que él padeció el trastorno. Se lo detectaron con 16 años. Luego se entregó a su combate desde la ciencia y la investigación. El martes dio su segunda conferencia en Benavente en apenas un año a padres y docentes. En esta entrevista desvela las claves del problema y aconseja a familias y maestros. El sistema, asegura, no está afrontando la patología que mayor incidencia tiene en el fracaso escolar.

-Algunos expertos creen que el trastorno por déficit de atención y de hiperactividad es un desajuste de por vida. ¿Lo cree usted así?

-Es verdad que es un trastorno que perdura en la vida adulta, y es cierto que es un desajuste de por vida porque la disfunción va a perdurar pero los niveles de repercusión muchas veces en adultos no son relevantes porque han desarrollado estrategias propias o porque por la actividad profesional tienen unos niveles de motivación altos y no les genera repercusión, y no tiene impacto en el día a día como si ocurre en la infancia.

-En su conferencia diferenciaba el impacto del trastorno en los niños y las niñas.

-El momento en qué termina la maduración del cerebro en mujeres es antes que en varones. Entre los 16 y los 19 años ya está finalizado el ciclo de maduración del lóbulo frontal, con lo cual suele remitir ya en esas edades, mientras que en el varón el ciclo de maduración del córtex prefrontal comienza antes de los 19 y finaliza entre los 25 y 30 años, con lo cual hay más persistencia en la repercusión.

-¿La sociedad es consciente del impacto que supone este tipo de trastornos?

-Yo siempre digo que conocemos la marca Coca-Cola pero es como si desconociéramos el producto que hay detrás. Es muy conocido porque se divulga y se habla mucho del TDAH pero la mayoría de la sociedad no es consciente del nivel de repercusión que genera este problema en las personas y en las familias.

-Qué haría falta para poner coto a este tipo de trastorno, sobre todo teniendo en cuenta la previsión de que aumentará.

-Es un trastorno de neurodesarrollo con lo cual no podemos decir que tenga una cura. Lo que podemos hacer es mejorar mucho las decisiones que se toman en el ámbito de la familia y de la escuela para que no se produzcan situaciones en el ambiente que sean muy detonantes para esas personas. Es más una cuestión de mejorar la respuesta desde etapas muy tempranas para minimizar la repercusión que el TDAH genera en la vida cotidiana. Entendiendo que hay muchas personas con TDAH que no tienen niveles de repercusión debido a que hay muy buena adaptación del ambiente a las peculiaridades que presentan.

-¿Cuál es su principal consejo para las familias?

-Para los padres es fundamental paciencia y sentido del humor. Vemos que en las familias que afrontan la situación siendo capaces de poner los objetivos donde del niño pueda alcanzarlos, tener cierto sentido del humor a la hora de convivir, pues con la repercusión que estos chavales tienen a nivel de comportamiento, de falta de autonomía, o de dificultad académica, quizá es de las cosas que mejor facilitan la convivencia. Y sobre todo mucho conocimiento, lo que llamamos psicoeducación, que es tener conocimiento del nivel de experto prácticamente para pode manejar a estos chavales.

-¿Y para los docentes)

Y de cara a los maestros, la recomendación sería que hay que revisar qué es lo que estamos haciendo metodológicamente en las aulas con los procesos de enseñanza porque lo que dice la investigación es que si modificamos la metodología de enseñanza hacia métodos activos, que es hacia donde está yendo la educación en países más avanzados en Europa, minimiza el impacto del TDAH a nivel de aprendizaje hasta el punto que hay niños que no presentan dificultad de aprendizaje. Y esto sería la clave.

-¿En qué grado se asocia el fracaso escolar a este tipo de trastorno?

-La tasa de fracaso escolar en España es realmente alta. Estamos hablando de hasta el 30% sobre todo en Secundaria. Si estos niños son el 5%, que es la media nacional y también la que parece que existe en Benavente, pues es una parte muy importante y quizá la patología que más está contribuyendo al fracaso escolar de todas las que interfieren en el aprendizaje como la dislexia o los trastornos del lenguaje. Pero claro el 25% se debe a otras cosas y posiblemente al sistema.

-¿Y está el sistema educativo preparado para afrontar y dar respuesta al TDAH?

-No. Desde luego la respuesta no está viniendo desde cómo se estructura a través de las administraciones, sino a través del compromiso individual de los maestros. Esta es una situación de clara desventaja porque no todos los niños se van a beneficiar o se van a cruzar con un maestro que se comprometa. No hay una respuesta adecuada desde el punto de vista institucional; no hay protocolos; no se aplican cuando los hay; hay mucha reticencia incluso a aplicar lo que se recomienda como buena praxis para estos chicos; y hay mucha dificultad para aplicar esto en las escuelas. Estamos dependiendo de la voluntad individual de los maestros.

-¿Como experto qué cree que debe hacer la clase política, que una vez más es la que tiene que tomar decisiones?

-¿El 5% es la media en España, y parece que en Benavente también de niños con TDAH?

-¿Sirven en el siglo XXI los deberes y los castigos?

-¿Y la imposición de castigos, sobre todo a niños con TDAH, qué supone?

-¿Cómo influyen las malas palabras a niños con este trastorno?

-Usted recomienda aprender a aprender en el caso de estos chavales.

-¿Cómo están influyendo y cómo influirán en el futuro las redes sociales, los juegos digitales y la falta de ejercicio físico o del juego en la calle en esta patología?

Perfil. Madrid, 1973. Logopeda y neuropsicólogo, Jose Ramón (Josechu) Gamo Rodrí- guez es uno de los principales expertos nacionales en el trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad. Por segunda vez en un año ha conferenciado en Benavente sobre un trastorno que supone el 5% del fracaso escolar nacional y un grave problema familiar.