Una propuesta que consideran informativa y no negociable, esto es, el mandato de la población. Ocampo decribió la manifestación como una de las más numersosas de las organizadas en Valladolid y subrayó que miles de personas estaban dejando claro que la sanidad pública en la Comunidad debe cambiar. "No puede ser que se tarden siete días en dar una cita en Atención Primaria y que tengamos una listas de espera interminables para consultas de especialistas o pruebas diagnósticas. El deterioro es constante", dijo.

La cabecera de la manifestación llegó a las puertas de la Consejería de Sanidad alrededor de la una del mediodía, y todavía había grupos que no habían salido de la plaza Mayor, entre ellos algunas de las comarcas zamoranas participantes.

Frente a la sede de la Consejería cinco miembros de las plataformas se turnaron en la lectura de un manifiesto de diez puntos con el que pidieron poner fin a los recortes y recuperar el empleo perdido en los últimos años, reducir las listas de espera con la contratación de personal nuevo y no por medio de convenio con la sanidad privada. Además de peticiones específicas para hospitales concretos, se reclamó un modelo totalmente público ;el nombramiento de gerentes en función de su valía profesional y no por criterios políticos, acercar la atención especializada como la pediátrica y hospitalaria a los núcleos rurales e implementar programas de prevención y promoción de la salud.

Más de 1.000 zamoranos secundaron el llamamiento del Movimiento por la Defensa de la Sanidad Pública, según explicaron. Fermoselle, Toro, Aliste, Benavente y la capital, fletaron autobuses. Once en total, a los que sumaron numerosos vehículos particulares. Se congregaron en la plaza d de Santa Ana para dirigirse la Plaza Mayor y desde allí cada comarca se empotró en la manifestación.

Todos los líderes políticos regionales coincidieron en calificar de masiva y de histórica la movilización sanitaria. El secretario general del Partido Socialista de Castilla y León, Luis Tudanca, aseguró que se trata de una manifestación sin precedentes ante la grave situación de la sanidad pública en Castilla y León que ha provocado la falta de compromiso del Partido Popular, al que pidió que rectifique y deje de "hacer negocio con la sanidad".

El coordinador regional de Izquierda Unida, José Sarrión, invitó al PP a escuchar las reivindicaciones de las plataformas, "ya que sin una sanidad pública de calidad, que ha sido una de las conquistas más importante de la clase trabajadora, no hay futuro".

El secretario general de Podemos Castilla y León, Pablo Fernández, aseguró que las calles de Valladolid se habían llenado con la "dignidad de miles de personas que reclaman por el mantenimiento de un servicio esencial y por el fin de los recortes".

La Consejería de Sanidad respondió a la movilización con un comunicado pero defendió la gestión realizada. "La Consejería de Sanidad expresa su profundo respeto a todas las personas que hoy han salido a la calle a expresar sus críticas y sus preocupaciones. Los responsables de la Consejería continuarán manteniendo reuniones con los representantes de las plataformas para analizar las propuestas y reivindicaciones", explicó el departamento que dirige Antonio María Sáez.

El Partido Popular siguió una línea similar expresando su respeto "a las personas que han decidido acudir a la manifestación, así como a todas aquellas que han decidido no sumarse a la misma". El PP subrayó en otra nota de prensa que el sistema sanitario regional es "público, universal, gratuito y de calidad, equiparable en prestaciones y resultados a cualquier otro sistema público de salud de España", aunque reconoció "ciertos problemas que son comunes a otros sistemas públicos de salud". obre los que es necesario continuar trabajando parasu solución".