Las gélidas temperaturas y la niebla dominante en el Valle de Vidriales, durante la jornada de ayer, provoca el freno de visitantes a los restos arqueológicos de los campamentos romanos de Petavonium en Rosinos de Vidriales.

La cencellada que dominaba ayer toda la comarca sumada a las bajas temperaturas y la densa niebla hacen resentir la migración de viajeros por la comarca de los valles de Benavente, con especial incidencia en los lugares de interés cultural.

El recinto del campamento militar romano de Petavonium suele recibir habitualmente en estas fechas festivas, previas a las Navidades, a un nutrido grupo de visitantes interesados en conocer de cerca la presencia romana en la zona. La adversa climatología entorna las puertas a las visitas, aunque el recinto sigue permaneciendo abierto al público ajeno a la climatología porque las piedras y la historia son ajenos a los fenómenos metereológícos. Los campamentos romanos de Petavonium disponen también como complemento didáctico para el visitante, del centro de interpretación ubicado en la vecina localidad de Santibáñez de Vidriales, al igual que el museo municipal con restos arqueológicos romanos.