Eduardo Martínez, el exbombero que grabó al alcalde de Benavente en su despacho en noviembre de 2016, ha aportado al Juzgado de lo Social el audio de la conversación como prueba adjunta a su demanda en la que pide la nulidad del despido y el reconocimiento y el pago de horas extras. La grabación, a la que ha tenido acceso este periódico, dura hora y diez segundos y gira en torno al proceso de funcionarización del parque en la que interviene también el concejal de Personal Jesús Nieto.

Martínez, cuya relación con el concejal de Personal y con el alcalde fue cordial y más o menos reiterada desde pocos meses después de tomar posesión el nuevo gobierno de coalición PSOE-IU como demuestran los mensajes entre ellos, realiza preguntas, avisa de que va a ver problemas "gordos" si se sigue adelante con el proceso de funcionarización y se extinguen contratos; califica el proceso de injusto; afirma que lo que quieren en el parque "es que no nos toquen y que no nos molesten"; pero se muestra comprensivo y condescendiente en muchos casos con las respuestas que recibe a pesar de que llega a asegurar que hará 37,5 horas semanales y no como había venido ocurriendo hasta ese momento. En ningún momento se muestra displicente y cuando habla de problemas lo hace vinculándolos al resto de compañeros en casi todos los casos.

La conversación grabada tiene varias vertientes. En una parte importante de la grabación el alcalde, Luciano Huerga, utiliza un lenguaje plagado de tacos. Huerga se muestra muy vehemente con la actitud de los bomberos laborales y amenaza con despedir a quien pretenda alterar las condiciones de trabajo que venían aceptando hasta el momento sin dejar de lanzar improperios y de blasfemar. El alcalde llega incluso a asegurar haberles enviado a limpiar a las seis de la mañana en una ocasión como represalia, "aunque era necesario".

Durante una hora y diez segundos de conversación, el regidor no deja de soltar tacos

Otra vertiente de la conversación tiene que ver con la posición del equipo de Gobierno respecto al personal laboral del parque. Tanto el alcalde como el edil de Personal Jesús Nieto defienden desde el primer segundo y hasta el final, la decisión de regularizar la situación de la plantilla acabando con los contratos laborales del personal que entraron de forma irregular -"a dedo o enchufados por el PP" son las expresiones- y cubriendo las plazas con funcionarios o, en caso de necesidad, con laborales salidos de estos concursos-oposición.

Huerga y Nieto no dejan de repetir que no van perpetuar el sistema iniciado y sostenido por el Partido Popular desde la década de los noventa hasta 2015 y que no van a hacer excepciones, aunque comprenden y aprecian que su interlocutor, en ese momento el bombero que estaba grabando la conversación, se vea perjudicado pese a ser un buen trabajador, al que elogian varias veces.

«Es un sistema perverso: yo no quiero que nadie se juegue la vida por 1.100 euros»

La conversación saca a la luz que la plantilla de laborales del parque de bomberos entró a dedo, sin realizar procesos selectivos, o solo superando alguna prueba de méritos cuestionable e impugnada por los sindicatos. Entonces el bombero advierte al alcalde de que se va a liar gorda (lo dice varias ocasiones) si sigue adelante con sus planes. Huerga se reafirma constantemente en la decisión y con el compromiso electoral adquirido y llega a proclamarse un "talibán de la legalidad y de las pruebas de acceso a la función pública", lo que el concejal Jesús Nieto refrenda. "Yo no quiero que nadie me deba ningún favor, sería casi hasta insultante", afirma el alcalde antes de advertir de que "esta administración no va a seguir siendo un cortijo" y de que no va a tolerar chantajes: "El que quiera reventar el servicio se va a la puta calle", asegura.

«Esta administración no puede seguir siendo un cortijo; somos talibanes de la legalidad»

En la conversación aflora también la razón del descontento de los laborales: hasta ahora trabajaban hasta 2.000 horas anuales frente a las 1.800 que laborarán los funcionarios y los laborales surgidos de la bolsa del concurso oposición a la que se presentaron 70 aspirantes de toda España. Huerga responde: "Yo no le he cambiado las condiciones a nadie desde el minuto uno? No nos engañemos. Cosa distinta es que quieren unas que no les corresponden. Si no quieren se guir como bomberos necesito chóferes", argumenta y tras calificar el sistema instaurado por el PP de "perverso" insiste en defender la medida: "yo no quiero que nadie se juege la vida por 1.100 euros".

"¿Por que no los "funcionarizas" a todos"?, pregunta el bombero. "Porque Rajoy no me deja", replica el alcalde. "Pues no molestes a los demás, hostias", responde el trabajador que en varias ocasiones insinúa que mantenerlos sería lo más adecuado. "Machacas a todos. Cuando vayas a abrir por ahí vas a estropear el tema", insiste. Eduardo Martínez dice en varias ocasiones que solo trabajará las horas de su contrato, insinúa que la solución sería que no hubiera despidos o se siguiera el proceso sin afectar a los que ya están trabajando hayan entrado como hayan entrado, y cuenta la anéctoda de que uno de los nuevos trabajadores le ha pedido una cuerda: Esta cuerda es mía, esta cuerda no se va a utilizar porque es mía y tal (...) No me andáis más que jodiendo por todos los lados y encima queréis que os deje la cuerda para que me ahoguéis", relata.

La otra vertiente de la conversación tiene que ver con el Consorcio Provincial de Extinción de Incendios. Huerga le acusa de "torpedear" la funcionarización y de actuar como el perro del hortelano. El Consorcio tiene las competencias, pero no quiere asumir al personal laboral del parque de Benavente ni abonar su coste (otra de las opciones), los 330.000 euros que suponen al año.