Tanto la iglesia de Villanázar como el salón multiusos del municipio se erigieron en escenarios para festejar al patrón San Martín. Al soldado y patrón de los sastres, porque esta parroquia de Villanázar goza con el privilegio de contar con una imagen de San Martín en su faceta de joven militar, en lugar de estar revestido con los atributos episcopales como ocurre en las iglesias de la comarca.

Y para no perder la costumbre, un grupo de vecinos y devotos acudieron a la misa de este pasado sábado 11 de noviembre ataviados con capas. Entre el grupo de los capistas, un niño tomaba el testigo de la tradición.

Tras la ceremonia religiosa, los vecinos compartieron una paellada en el salón multiusos del municipio recordando años atrás cuando esta fiesta del 11 de noviembre se destacaba entre el resto de festejos. El calendario en noviembre provoca en los últimos años que la presencia de vecinos residentes fuera de la localidad sea reducida. No obstante, en esta ocasión y coincidiendo en fin de semana hizo que a Villanázar recalase un nutrido grupo de vecinos.

La paellada como menú para el vecindario suscitaba los recuerdos entre algunos de los participantes. Y el patrón San Martín se sentía agradecido porque sus devotos de Villanázar se resisten a perder las costumbres, tanto en acudir a la iglesia vestidos con capas como participar de una comida de convivencia.