El Ayuntamiento de Benavente impulsará la reparación moral de más de una treintena de empleados municipales (laborales y funcionarios) que fueron depurados a partir de 1936, tras estallar la guerra civil. El equipo de Gobierno prevé seguir un procedimiento similar al que emprendió y consumó el Ayuntamiento de Zamora hace unos meses en aplicación de la Ley de Memoria Histórica.

Tras el levantamiento militar, la depuración de empleados municipales se consumó con el cese de sus puestos, incluso con el fusilamiento de algunos de ellos (cinco, en total según la actualización de los datos realizada por el investigador Cándido Ruíz) . Esta depuración, que afectó a 28 trabajadores en 1936, tuvo una segunda fase en la posguerra y afectó a otros 12 empleados. De estos se supone el sobreseimiento de los expedientes iniciados.

Entre los trabajadores municipales depurados por sus ideas políticas había cabos de serenos, carpinteros municipales, oficiales de secretaria y de intervención, guardias, barrenderos, alguaciles, conserjes, fieles de consumos, vigilantes de consumos, carreros, bomberos, fontaneros, ayudantes y peones de obras.

La reparación será, en principio, abordada por el Pleno en la próxima sesión que se convoque. Coincidirá con la retirada de reconocimientos, títulos y honores a Franco, Queipo de Llano, Mola y al zamorano Carlos Pinilla. Simultáneamente, al igual que hizo el Ayuntamiento de Zamora, el Consistorio benaventano pedirá al Ministerio de Justicia que haga efectiva la reparación moral de todos estos trabajadores que fueron apartados de sus puestos de trabajo municipales por sus ideas políticas.