Parece que fue ayer cuando en 2010 se pasaba de la televisión analógica a la televisión digital terrestre (TDT) adaptando antenas e instalando decodificadores para los viejos aparatos de televisión.

La liberación del espacio radioeléctrico para la expansión de la tecnología móvil 4G provocó cuatro años más tarde cambiar de banda los canales de TDT volver a resintonizar los televisores. Ahora nos llega el segundo dividendo digital y otra vez a subir a los tejados a comprobar la antena y en el salón a vueltas con el mando a distancia buscando los canal televisivos.

La Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), propuso a la UE, que en aras de un uso eficiente del espacio radioléctrico, la banda de los 700 MHz quedara libre para habilitar en ella la quinta generación de telefonía móvil, la 5G.

Una medida considerada indispensable para dotar a la red de mayor rapidez en la conectividad permitiendo la conexión de los dispositivos en hogares y los lugares de trabajo, lo que se ha denominado como "Internet de las cosas".

La Unión Eurpea daba de plazo a España para concluir el proceso hasta el 30 de junio del año 2020. Mientras tanto, los nuevos televisores se hacen viejos, la tecnología avanza y en los núcleos rurales la señal se debilita al mismo tiempo que su población.