El 27 de septiembre, el departamento de contabilidad del Servicio Municipal de Intervención del Ayuntamiento de Benavente recibió un correo electrónico con la dirección esfacturacion@esy comunicando una modificación de la cuenta bancaria e instando el ingreso en este nuevo número de cuenta los pagos de las facturas pendientes y de todas las próximas facturas derivadas de la prestación del servicio de suministro eléctrico municipal.

El correo electrónico aportaba dos documentos: uno sellado, fechado y firmado con una rúbrica ilegible, de la empresa suministradora del servicio eléctrico municipal, Watium S. L., en el que se comunicaba el cambio de cuenta bancaria para realizar los ingresos; y otro de la entidad bancaria Bankia certificando el nuevo número de cuenta.

Watium S. L. es la suministradora eléctrica del Ayuntamiento desde hace un año medio. El Departamento de Contabilidad dio por buena la solicitud que se le planteaba y el 9 de octubre se firmó la orden de pago validado con las firmas de Tesorería, Intervención y Alcaldía y ordenó la transferencia a través de la cuenta municipal en Caja Rural de dos pagos, uno de 14.941,23 euros y otro de 27.199,66 euros, a la nueva cuenta en una sucursal de Bankia en Madrid.

Las alarmas saltaron el día 17 de octubre, cuando responsables de Watium telefonearon al Departamento de Contabilidad preguntando por el retraso en el ingreso de los pagos por facturas pendientes. Contabilidad puso los hechos en conocimiento del interventor municipal informando de la solicitud del cambio de cuenta recibida en septiembre y que los pagos se habían realizado a la nueva cuenta.

El interventor y el tesorero municipal, tras comprobar la dudosa validez de los documentos y de comunicar lo sucedido al alcalde, Luciano Huerga, acudieron al Puesto Principal de la Guardia Civil de Benavente para interponer una denuncia por la comisión de un presunto delito de estafa.

Los funcionarios aportaron a la Guardia Civil los documentos solicitando el cambio de cuenta y tras interponer la denuncia contactaron con la directora de la sucursal de Bankia en Madrid para solicitar el bloqueo de la cuenta y la retrocesión de los fondos. Este contacto permitió descubrir que la cuenta en la que se había realizado el ingreso de los 42.140 euros de suministro eléctrico no pertenece a la empresa Watium S. L..

Desde ese día los contactos directos con Bankia, y también a través de Caja Rural, para bloquear los fondos existentes en el caso de existir y lograr su devolución, o en su defecto a cargo al seguro de la entidad financiera, dieron sus frutos. En la cuenta había dinero suficiente para la retrocesión, que se confirmó oficialmente ayer por la mañana.