La trigésimo sexta edición de la Feria de Cerámica y Alfarería "Ciudad de Benavente" se clausuró anoche manteniendo el nivel de ventas de años anteriores. Algunos de los artesanos, una docena procedentes de Badajoz, Cáceres, Toledo, Asturias y Zamora, explicaron que el nivel de demanda en Benavente se corresponde con el de ediciones anteriores y con el de otras ferias similares.

La gratuidad de los puestos -el Ayuntamiento no cobra por los stands- ha sido valorada positivamente por los ceramistas. Aunque esta práctica se da en algunas otras ferias del entorno, como la de Zamora, no está extendida a otras capitales de provincia dónde ocupar un fiesta en una feria similar puede costar entre 200 y 400 euros.

Los gastos adicionales, el hecho de que la demanda de este tipo de artesanía esté fundamentalmente limitada a un sector de población adulta, la coincidencia con un periodo estrictamente vacacional, y la lenta salida de una crisis feroz, son algunas de las razones con que los artesanos explican que el consumo en este tipo de ferias sea similar en la mayoría de ferias.

Este año la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Benavente ha regulado la selección de artesanos a partir del cumplimiento de requisitos específicos, entre ellos acreditar el alta en la actividad artesanal y la producción de piezas a manos. "Aún así hay mucha picaresca", explica uno de los artesanos que ha participado en la muestra benaventana.

Ayer por la tarde, las horas previas de la clausura de esta edición estuvieron coprotagonizadas por la Asociación Cultural de Campaneros Zamoranos, que durante casi dos horas tañeron y repicaron los toques más conocidos y también otros desconocidos o menos comunes que se daban en los pueblos de la provincia. Toques de fiesta, toques avisando de incendios, a misa y a difuntos, se sucedieron con explicación incluida y diferentes campaneros en un campanario móvil con dos campanas. La exhibición concluyó con un toque volteando las campanas y con una invitación al público presente a probar a tañerlas.

La muestra de cerámica cerró sus puertas más o menos al mismo tiempo que la Femag en el recinto del antiguo Mercado Regional de Ganados. En la Plaza de la Madera, como broche a las ferias y fiestas de septiembre, el grupo Mayalde se preparaba para ofrecer un concierto de música folk que al cierre de esta edición acababa de comenzar.