Un total de 49 familias han concurrido a la convocatoria extraordinaria de ayuda a la pobreza energética promovida desde el Ayuntamiento de Benavente para el reparto de 4.022,29 euros, procedentes del remanente de la convocatoria ordinaria de estas subvenciones, que no cubrirá la solicitud de una de ellas.

Las subvenciones anuales en materia de pobreza hídrico-energética es uno de las cuatro estrategias básicas de medidas de protección social, en lo que acceso a suministros básicos se refiere, por parte del Ayuntamiento y pretenden atender de forma temporal la cobertura de las necesidades básicas en situaciones de pobreza energética, "tanto por razones sobrevenidas como por falta continuada do recursos, de aquellas personas que no pueden hacer frente a gastos específicos, considerados necesarios para prevenir, evitar o paliar situaciones de exclusión social", según recoge la convocatoria.

Con el reparto de este remanente se cubrirá así la dotación presupuestaria prevista desde la Concejalía de Bienestar Social para la pobreza energética, un importe de 35.000 euros para este año.

De las 49 familias presentadas a la convocatoria extraordinaria de ayudas, un total de 40 son familias que presentaron solicitud en la convocatoria ordinaria y sólo se les pudo subvencionar en base a las facturas presentadas de los meses noviembre y diciembre de 2016 y enero y febrero de 2017, y "en consecuencia han recibido una cantidad inferior a la que les correspondería según renta percápita familiar, porque la cantidad que acreditan como gasto con las facturas presentadas es inferior a la que les correspondería según renta percápita familiar. Estamos hablando de 63 familias en la convocatoria ordinaria".

Otras nueve familias no habían presentado solicitud en la convocatoria ordinaria. Por lo que sigue aumentando la base de datos de la Concejalía de Bienestar Social

Agua

Entre las medidas de protección social están las dirigidas al suministro de agua. De modo que se establecen bonificaciones de hasta el 80 por ciento en el pago de los nuevos recibos de agua. Estrategia aplicable desde el primer trimestre de este año 2017, en virtud de la aplicación de la Ordenanza fiscal reguladora de la tasa de agua. "Con la aplicación de esta ordenanza, a todas las familias que accedieron a las ayudas de la pobreza energética del año 2016 (incluidos en la Base de Datos de la Concejalía) se les han bonificado ya los recibos del 1º y 2º trimestre y se les bonificarán también los del 3º y 4º trimestres. Y para las nuevas familias que han concurrido a la convocatoria de 2017 se les bonificarán de oficio todos los recibos correspondientes al 3º y 4º trimestre de 2017 y pasarán a formar parte de la Base de Datos", según explica el concejal del área.

Otra de las medidas es el fraccionamiento del pago de los recibos de agua pendientes de pago y también la intermediación municipal ante el impago de facturas de luz y agua.

La intención de la Concejalía es que "antes de finalizar el 4º trimestre (mes de noviembre) se revisará nuevamente el pago de todos los recibos de agua de 2017 y se advertirá a las familias morosas de que su situación dificulta el acceso a la convocatoria de las Ayudas para la Pobreza Hídrico-Energética de 2018. Se estudiará en todo caso, aquellas situaciones singulares". Además "se dirigirán cartas a todas las familias incluidas en la Base de Datos. En unos casos para reforzar su buena gestión y en los casos de deuda para instarles al pago".

Para garantizar la corresponsabilidad de las familias que cuentan con estas ayudas para el pago de la factura del agua se iniciaron en marzo una serie de medidas formativas. Como conclusión de las actuaciones realizadas se tiene previsto la puesta en marcha en septiembre del "Ropero Solidario", que si bien va a ser regentado por la asociación ASEA, va a requerir la presencia a de voluntarios de fuera de la asociación para mantener el servicio. Así como la posibilidad de poner en marcha en 2018 "exclusivamente con voluntariado, un servicio de cocina solidaria que incluiría también servicio de Despensa Solidaria. La cocina aseguraría la distribución de 20-30 menús diarios y la despensa proporcionaría pan, leche y fruta para los fines de semana", explica Antonio Vega.