Los vecinos de Santibáñez de Vidriales recordaban ayer cuando esta localidad era referente en los mercados, tanto provinciales como regionales. Y ello porque centenares de personas, muchas de ellas de la comarca, asistían al mercado astur romano que se organizó en esta localidad vidrialesa. Son otros tiempos, otras formas y, por supuesto, mucha menos gente que entonces. No obstante, el centro urbano de Santibáñez se hizo zoco con ambiente de la época porque la organización, la asociación Aseranar y el Ayuntamiento, se encargaron de ornamentar las extendidas tablas del abanico de calles realzando este encuentro cambista de artesanos.

Se trataba de la X edición de este mercado astur romano con escenario en la plaza del Ayuntamiento, en su recientemente remodelado espacio, como en la calle las Fraguas e, incluso, en esta ocasión el recinto se extendía porque los puestos instalados ocupaban parte de la calle Goya. Las hasta hace años denominadas "las tierras", el patio de las escuelas, la plaza del maestro Feliciano Rodríguez, se hicieron arte e historia porque las recreaciones de las épocas astur y romanas llenaban el escenario de los 40 puestos instalados con productos y artículos de lo más variado. Muchos de ellos artesanos, otros no tanto. Aunque los mercaderes hacían lo propio mostrando su arte y para ello, nada mejor, que ofrecerla a los visitantes con el atractivo de sentirse astur o de sentirse romano.

De las recreaciones de las épocas se encargaba la asociación "Ab urbe condita". Y vaya si lo hacía, porque la milicia procuraba que el senador Marco Peduceo Príscino, a la sazón cónsul y gobernador en Hispania, acompañado de la mujer del emperador Trajano, Pompeya Platina, de una cohorte de sacerdotisas y una amplia relación de autoridades de la ciudad de Petavonium, se encontrase no en casa extraña.

El gobernador de Hispania llegaba a Petavonium y se organizaron fiestas en su honor y los mercaderes aprovecharon estas calendas para instalar sus puestos con viandas, productos y artículos en un ambiente festivo impregnado con los sones musicales de un grupo astur, de Fole Feroz. ¡Quien lo iba a decir, astures y romanos juntos¡