La vida no se ve igual debajo del agua. Esa ha sido la experiencia que tuvieron el viernes doce jóvenes en las piscinas municipales de Benavente dentro de la activiad de buceo del programa de ocio alternativo "Noctámbulos". Durante la sesión, que duró algo más de sesenta minutos, los participantes pudieron aprender nociones sobre este deporte divididos en dos grupos, según el grado de experiencia. Fernando Romero, del Club de Buceo de León, fue el encargado de guiar a los inscritos en esta aventura.

"Mi objetivo es que cuando viajéis en vacaciones por el Caribe podáis coger conchas del fondo", señaló. El instructor fue dando nociones básicas al primer grupo, de participantes con poca experiencia. De pie y al borde de la piscina climatizada los participantes observaron cómo colocarse gafas, tubo y aletas.

"Entramos en el agua y giramos las piernas hacia dentro. El peso de la cintura nos empujará hacia el fondo", comentó el monitor.

Llegó el momento de iniciar la zambullida en el agua y hacer los primeros movimientos dentro. Cuando todos estuvieron listos, a juicio del experto en buceo, les colocó por parejas una bombona de oxígeno. "Allí abajo respiraréis aire normal, pero comprimido y sin humedad. Puede que ello haga que os pique la garganta al principio".

Uno de los miembros fue cerca de la superficie con el tubo y el otro a nivel del fondo con la bombona de oxígeno. "Pesa mucho", exclamó una de las principiantes, Mónica Seijas, quien resaltó que ésta fue su primera experiencia con el buceo y que se sentía "muy bien. Ha sido una sensación muy bonita, aunque he pasado algo de frío porque el resto de mis compañeros han venido preparados con neopreno y yo no".

Terminaron las clases del primer turno y les llegó el testigo a los veteranos y repetidores de la actividad, que tiene un carácter anual. Algunos de ellos ya eran conocedores del mundo acuático y fueron socorristas. Con la bombona directamente en la espalda tuvieron la oportunidad de grabar su experiencia con una cámara sumergible.

Esta actividad de carácter público está organizada todos los años por la Concejalía de Juventud del Ayuntamiento de Benavente, dentro de la programación estival del Punto de Información Juvenil. Su encargada aseguró que la actividad está destinada a unas 12-14 plazas debido al cuidado de la atención, del aprendizaje y del material de las clases.

Está dirigida a un público mayor de 12 años de edad por la dificultad de las acciones durante la sumersión, "aunque previa autorización paterna o con la presencia de los progenitores pueden asistir menores de 12 años. Sin embargo, no es aconsejable porque, por ejemplo, si no tienen la constitución física adecuada pueden no soportar el peso de las bombonas de oxígeno comprimido", señaló la ersponsable del Punto Joven.