Los responsables del centro geriátrico de Camarzana de Tera rechazan las acusaciones sobre "irregularidades" hechas públicas por la hija de una interna aduciendo que la residente se encuentra en una plaza privada recibiendo un tratamiento integral.

Desde la dirección de este centro geriátrico se advierte que hasta la fecha no tienen conocimiento de su traslado a domicilio o a otra residencia "dada la supuesta falta de confianza y mala praxis", en referencia al escrito de quejas presentado por la hija de una interna ante Servicios Sociales de la Junta como publicó este periódico en la edición de este miércoles.

Aclaran que la residente siempre ha recibido y sigue recibiendo los cuidados necesarios, al igual que reciben todos los residentes. Sobre la acusación de "insuficiencia de personal", desde el centro se resalta que la residencia "no solo cumple con las ratios de personal exigidas por la Gerencia, sino que los supera". Así, en los trabajadores en atención directa se supera la ratio exigida en un 75% y se dobla la ratio exigida en el personal de atención médica, explican en un comunicado remitido a este diario.

Por ello inciden en que no es cierto que el médico esté de vacaciones, ya que además se cuenta con un médico sustituto y "cuando el facultativo no se halla en el centro, se cuenta con él a través de cualquier medio tecnológico".

Sobre la formación del personal se deduce que está perfectamente formado y cualificado para realizar su trabajo y se cuenta con un protocolo de formación que se evalúa continuamente.

Acerca de la queja de la escara en la cadera que denunciaba la hija de la interna, desde la residencia se explica que este centro "es referencia en la recuperación y rehabilitación de diversas patologías, gracias al excelente personal sanitario con el que se dispone". Por ello, inciden en que el centro geriátrico "tiene abiertos todos los protocolos sanitarios que cumple escrupulosamente, entre ellos el tratamiento de úlceras por presión". Hacen hincapié en que los familiares de la interna "siempre han recibido información puntual" sobre la evolución de la residente y muy especialmente sobre la evolución de sus úlceras por presión, "aunque entendemos que dicha información no ha sido aceptada por su hija, dada su situación personal", advierten en la nota. La información sobre el control de curas y su evolución no sólo ha sido proporcionada por el personal sanitario de la residencia sino también por los profesionales sanitarios del Centro de Salud ya que cuentan con el correspondiente informe que recoge que "la paciente se encuentra encamada, aseada y se procede a realizar las curas, entre la enfermera y el médico". Se hace hincapié en que la retirada de apósitos de la hija a su madre, como aseguró la denunciante, "ha sido sin nuestro conocimiento y a escondidas; una circunstancia que hubiera podido causar más infección al no realizarse por personal especializado".

El centro geriátrico de Camarzana de Tera asegura que "una vez que la dirección ha tenido conocimiento de las malas prácticas llevadas a cabo por la hija, le ha comunicado la prohibición, en varias ocasiones, de levantamiento de apósitos dado el peligro que conlleva y ha extremado la vigilancia del familiar, causa que creemos ha propiciado el malestar de la hija de la residente y ha causado la reclamación presentada, pero por supuesto el bienestar de nuestros residentes es lo primero", aclaran.

Se rechaza la acusación de que los apósitos estaban sucios, sino que "como puede entender cualquier persona medianamente informada -alegan- en los apósitos de úlceras por presión, en determinados estadios se producen exudaciones".

Desde el centro geriátrico se quiere destacar que hasta la fecha de la reclamación la relación con la denunciante ha sido cordial "y podemos decir que hasta familiar, hablando prácticamente a diario con la directora del centro, no sólo en la residencia, sino también a través de su teléfono móvil particular en largas conversaciones a cualquier hora del día o de la noche en las que pedía consejo y ayuda en su situación personal".

En cuanto al resto de acusaciones vertidas sobre el centro relativas a instalaciones, los responsables advierten de que este centro geriátrico "cumple y supera" todas las normativas establecidas en el Decreto 14/2001, de 18 de enero, regulador de las condiciones y requisitos para la autorización y el funcionamiento de los centros de carácter social para personas mayores "y ha superado todas las inspecciones de la Gerencia de Servicios Sociales". Del mismo modo, aseguran que se cuenta con los sellos de calidad bajo la norma UNE-EN-ISO 9001/2008, y ha superado recientemente, las auditorías internas y externas establecidas al efecto.

Los responsables aseguran que el centro siempre ha sido un centro abierto a la comarca que cualquiera puede visitar, "habiendo siempre recibido felicitaciones por nuestro trabajo, tanto de residentes, como de familiares de los mismos, y hasta la fecha no hemos tenido ninguna reclamación y contamos con un grado de satisfacción del 90%". Ante las quejas hechas públicas, no dudan en calificarlas como "ataque gratuito al excelente trabajo de un grupo de personas de nuestro entorno, que ejerce su profesión con ilusión y entrega y que se han esforzado siempre en el cumplimiento de su deber".

Los responsables del centro geriátrico se reservan el ejercicio de todas las acciones legales pertinentes para la defensa del buen nombre del centro, de su personal y de los residentes.