Arropados por cerca de 300 amigos y familiares, por el Movimiento para la Defensa de la Sanidad Pública, y por representantes de algunos partidos políticos, los padres de Irene convirtieron ayer el acto de denuncia en el Hospital de Benavente en un alegato a favor de la mejora de los servicios sanitarios de Benavente y comarca, y por la implantación del servicio de pediatría en el centro hospitalario.

Con la voz quebrada por la emoción, Teo Vecino, padre de Irene, relató el trance por el que tuvo que pasar su hija en el Hospital de Benavente con riesgo para su vida.

Vecino hizo sentir al auditorio que se había concentrado a las puertas de acceso al área de urgencias la angustia y la desesperación , tras cuatro horas de espera, de un viaje en ambulancia sin sanitarios que pudieran atender a su hija y se preguntó al borde del llanto qué hubieran podido hacer si Irene hubiera empeorado.

Los aplausos de las personas que se habían concentrado en el hospital sostuvieron la voz ahogada del padre de Irene que antes había proclamado su deseo de que lo ocurrido sirva para que no se vuelva a producir una situación similar en la comarca benaventana.

Teo Vecino se retirará a un segundo plano y dejará las reivindicaciones en manos del Movimiento por la Defensa de la Sanidad Pública y de los partidos políticos, a los que reclamó unidad y una actitud consecuente con la manifestación que el 19 de marzo movilizó a 15.000 personas. El padre de la pequeña expuso la historia de Irene como evidencia de las carencias sanitarias que, a su juicio, se ven afectadas por la visión "economicista" de los responsables de la Sanidad en Castilla y León que dan prioridad a las cifras, en su opinión.

"Ayer (por el viernes), sabéis todos que tanto la gerencia de Zamora como de Castilla y León, tanto el señor López Iglesias como el señor Montes Villamiriel hicieron una rueda de prensa en Zamora ensalzando la reconstrucción del antiguo Rodríguez Chamorro, que si habían invertido no sé cuanto dinero, que si las listas de espera habían mermado... Todo son cifras. Lo que tenían que haber hecho estos señores ayer era, en primer lugar, congratularse por que mi hija esté sana, y para interesarse y pedir perdón, o pedir disculpas por que mi hija no recibió la atención sanitaria que se merecía", reclamó.

"A ellos como personas que imagino que tendrán sentimientos, aunque algunas veces lo dudo, y sobre todo el señor Villamiriel, que sé que es padre de dos hijos, les pediría que se pusieran aquí (señalando el Hospital), dentro, esperando una hora para ser atendido, vomitando sangre, pasando a unos boxes y tener una facultativa que atiende a otros cuatro o cinco pacientes, y que esté esperando una hora y tres cuartos a ser atendida....". "

Que se pongan el señor Villamiriel (gerente provincial) y el señor López Iglesias (gerente regional) en nuestro caso, que estén sufriendo ahí a ver que les parece... Todo lo que quieran ahorrar no me parece lógico, están jugando con vidas de personas", agregó.