El sindicato GESTHA (Técnicos de Hacienda) en Castilla y León denunció ayer el "vaciamiento de personal" que están sufriendo "en los últimos años" las nueve Administraciones de la Agencia Tributaria (AEAT) en Castilla y León: Aranda de Duero, Miranda de Ebro, Astorga, Ponferrada, Aguilar de Campóo, Béjar, Ciudad Rodrigo, Medina del Campo y Benavente. "Se encuentran bajo mínimos", recalcan.

Las Administraciones de Miranda de Ebro, Benavente y Béjar están actualmente "con lo mínimo para no echar el cierre definitivo", con solo 7 empleados públicos cada una. Llama especialmente la atención la primera de las citadas, Miranda de Ebro, que hace diez años tenía una plantilla de 23 personas y ahora solo cuenta con 7, lo que supone una reducción del 70 por ciento.

Desde GESTHA-Castilla y León aseguran ser conscientes de la "revolución" que ha supuesto el uso de las nuevas tecnologías en la prestación de servicios públicos, y destacan que participan del esfuerzo realizado por la AEAT para asumir dentro de la Administración Pública el liderazgo en el desarrollo de estas herramientas. "Sin embargo, estimamos que el uso de las nuevas tecnologías, y la reorganización de personal que eso conlleva, es plenamente compatible tanto con una gestión eficiente de los recursos humanos como con una adecuada prestación de servicios públicos allí donde hay población que la necesita", completan.

En su opinión, la dirección de la AEAT pretende justificar su política de reducción de personal en la administración periférica con los mismos motivos que han llevado a las grandes corporaciones privadas (banca, eléctricas, telefonía, etc.) a reducir la plantilla de sus sucursales, "sin reparar en que los servicios públicos no comparten con los privados ni los objetivos (el beneficio económico, en un caso, y la igualdad y el bienestar social, en el otro) ni los destinatarios (clientes frente a ciudadanos)".

Por eso consideran que es su "obligación" como sindicato de Hacienda alertar a toda la sociedad castellana y leonesa, y en particular a su clase política, sobre las consecuencias lesivas para la región de las decisiones tomadas por la AEAT en este aspecto. "No podemos consentir que la despoblación avance por la supresión de la presencia de la Administración Pública del Estado en lugares estratégicos de nuestra comunidad autónoma, algunos de ellos con una actividad económica e industrial de primer orden", valoran.

Por ello, abogan por que las Administraciones de la AEAT en Castilla y León vuelvan a dotarse de personal y desempeñar el papel que se les asignó cuando se crearon en 1985, que no era otro que el de facilitar al ciudadano una información y asistencia más cercana sobre sus asuntos fiscales.