El pintor y escritor benaventano José Carlos Guerra, se asoma en su nuevo libro a la Guerra de Sucesión de Castilla Las intrigas en el reinado de Enrique IV. Las desventuras de una reina, Juana de Portugal, (su esposa). Y la incógnita de si en realidad, su hija, la mal llamada Juana la Beltraneja, era la heredera legitima al trono de Castilla, han sido elementos capaces de crear esta crónica para entender la guerra fratricida ocurrida en el siglo XV en Castilla, como el propio escritor explica. En esta entrevista, el también colaborador de este periódico, detalla algunas de las claves de su novela.

-¿Por qué eligió la Sucesión de Castilla para escribir este nuevo libro que nada tiene que ver con las temáticas que había elegido anteriormente?

-Porque para entender lo que sucedió y por qué se enfrentaron portugueses y castellanos en Batalla de Toro había que remontarse al principio donde se juegan los derechos dinásticos de sucesión.

-El ajusticiamiento de Antona García es el leiv motiv que origina la historia de la Reja Dorada. ¿Cómo fue aquel suceso?

-Podríamos considerarla como la Agustina de Aragón toresana. Una mujer que es capaz de aglutinar junto a ella a un grupo de insurrectos, para los portugueses que ocupaban Toro, y un grupo de leales para los castellanos. Descubierto el complot por Juan de Ulloa, gobernador de la ciudad y por su mujer María de Sarmiento quienes ejercían el poder; es sentenciada a muerte junto a sus compañeros y ahorcada en la plaza mayor. Liberada la ciudad por las tropas castellanas, Isabel la Católica hizo que se dorase la reja donde estuvo colgado su cadáver.

-A su juicio, ¿qué supuso desde el punto de vista histórico para Castilla la Batalla de Toro?

-La hegemonía y consolidación del reino de Isabel y Fernando que acabaron con las aspiraciones de los portugueses sobre Castilla dando así por zanjada una guerra de sucesión entre hermanos.

-Enrique IV, Juana de Portugal y Juana la Beltraneja son personajes que han inspirado diversas novelas históricas. ¿Cómo aparecen en la suya?

-El rey Enrique, como un monarca quizás de los más tristes que han ocupado el trono de España, falto de personalidad, dejadez en los asuntos de estado y aquejado de enfermedades y de supuesta homosexualidad cuya personalidad bien fija el Doctor Marañón en su análisis sobre Enrique. La bella Juana, arrancada de una corte, la portuguesa, tan distinta a la nuestra teniendo que soportar las humillaciones incluso los malos tratos de su esposo. Y, por último, su hija, supuestamente fruto de los amores entre la reina y el valido Beltrán de la Cueva, aunque como intento demostrar en mi novela, no es cierto y si hija legítima del rey; aunque se nos haga impensable que en aquel tiempo ya se practicaba la inseminación artificial por medio de médicos judíos.

-La historia de España y la de Europa está plagada de guerras fratricidas. ¿Por qué le ha interesado especialmente esta?

-Porque es una guerra muy cercana y que a punto estuvo de convertir a Zamora en provincia portuguesa.

-¿Cómo contribuyeron los episodios que ha novelado al futuro de España? ¿Qué consecuencias tuvieron?

-Ninguno. Si fuese así y si se hubiesen encontrado los restos de la infanta desaparecidos tras el terremoto de Lisboa y se coteja su ADN con los hallados del rey Enrique, estaríamos ante una usurpación por parte de Isabel ocupando el trono que le correspondía a su sobrina. ¿Por qué si no alejarla de Castilla y hacerla encerrar de por vida en Coimbra?

-"Si no puedo expresar lo que siento con el color, tendré que hacerlo a través de la palabra o la poesía", ha dicho. ¿Por qué?

-Porque a veces siento un vacío que solo ambas cosas me lo pueden llenar. Llegar con el color donde no llega la palabra y viceversa

-En este contrapunto, aunque sea como aficionado, falta la música?

-Simplemente me gusta cantar porque es un homenaje a mi padre, un gran tenor al que nunca pude llegar a escuchar.

-¿Qué acogida ha tenido su séptima publicación?

-No me puedo quejar.