La presión asistencial que está padeciendo el servicio de urgencias en el Hospital de Benavente está siendo una constante desde hace muchos días. Este periódico pudo comprobar el martes por la noche como vecinos de la ciudad y de la comarca tenían que esperar hasta tres y cuatro horas para ser atendidos. Con dos médicos de guardia, y numerosas urgencias, enfermos de Santa María de la Vega, Villaferrueña, Granucillo, Benavente y otras localidades del entorno con diferentes patologías, aguardaban estoicamente en la sala de espera hasta que les llegaba el turno de ser atendidos. Entre los familiares de los enfermos fue testigo de este episodio incluso algún alcalde del Partido Popular, que tuvo que aguardar cuatro horas a que un familiar fuera atendido y enviado a su casa posteriormente. Fuentes hospitalarias explicaron que esta situación es habitual desde que comenzó el verano durante la mayor parte de la semana. Las urgencias, como el fin de semana pasado, se colapsan cuando ocurre algún accidente, como el sufrido el fin de semana por un grupo de piragüistas asturianos.