"Tapador", el segundo enmaromado de la ganadería albaceteña de Las Ramblas en pisar Benavente no logró en la tarde de ayer completar el tradicional recorrido urbano y tuvo que ser recogido en un cajón, tal y como marca el protocolo de actuación en caso de que el astado no logre completar el recorrido en cuestión de hora y media, en la parte final de la calle Los Carros. Este torito del alba, de menor envergadura que "Razonador", se rindió al insoportable calor de la tarde, que en algunos momentos se acercó a los cuarenta grados en plena calle.

Más bravo que su antecesor, como pudo verse en la salida del toril (que por apenas unos segundos casi se hace antes de la tercera bomba) llegó en una carrera rápida a la primera argolla donde se le sujetó con la maroma para su descanso. Ya se veía en Santa María menos espacio por detrás del astado que en el del miércoles. "El calor era espectacular y las primeras carreras las hizo bien pero ya en la calle Los Carros se ha cansado y como lo que no vamos a hacer es comprometernos decidimos sacar el cajón. Es lo mejor para la fiesta, lo más acertado y es lo que hemos hecho", explicó la concejal de Fiestas, Patricia Martín, tras la carrera de este enmaromado.

El alcalde, Luciano Huerga, en la misma línea, valoró los toros de la ganadería de Las Ramblas y se refirió al "calor que ha sido extraordinario. No recuerdo una carrera del toro con tanto calor. Ha permitido mucho a los corredores disfrutar de la primera parte de la carrera hasta la argolla de La Madera que se hizo en unos cuatro minutos, ha hecho tramos de carrera impresionantes, hasta que se le han acabado las fuerzas en la calle Los Carros", apuntilló. Queremos que no sufra el animal y que no haya que lamentar ningún percance y se han cumplido las dos premisas, así que hacemos una valoración positiva, añadió.

Cierto es que la temperatura era insoportable en algunos tramos del recorrido donde no había sombra, pero no menos cierto es que el astado de poco más de 500 kilos, en la parte última de la calle Los Carros, se lastimó una pata trasera y también una delantera. "Ha sido cuando había que haber tomado la decisión de finalizar la carrera", señaló uno de los corredores expertos de este festejo. "Por parte de la organización ha habido una serie de decisiones que se han tomado en ir a recoger al toro afeado un poco nuestro rito", añadió Alberto Lorenzo, en una valoración de la carrera.

La concejal de Fiestas aseguró que la decisión de sacar el cajón se tomó ya en la plaza de Juan Carlos I puesto que "el aclor era agobiante y la gente se estaba echando encima del toro. Cada toro es un melón y éste ha salido así".

Antes de meter al toro en el cajón, desde la organización del festejo se intentó acortar el recorrido por la Travesía de Santiago hasta la Plazuela de los Leones, donde llegó a estar la punta de maroma, pero no se logró arrancar ni un paso más a este enmaromado que ha dejado, no obstante, una valoración positiva.