M. A. Casquero

El parque de La Mota recobró su viveza reuniendo a numerosos benaventanos cobijados a la sombra de los frondosos árboles para degustar los platos de comida ofrecidos por las peñas. Las elevadas temperaturas que la ciudad viene registrando durante esta semana del Toro Enmaromado, marcaban su huella más aún al mediodía de ayer y nada mejor para mitigar los rayos del sol como el parque de La Mota. Un escenario elogiado por su elección y no en el paseo central como ocurrió en la pasada edición.

La degustación de comidas de las peñas hizo que se distribuyeran más de 3.000 platos, ya que los miembros de la comisión de fiesta y equipo de voluntarios entregaron en un principio 200 platos a cada una de las 13 peñas oficiales, pero ello no fue suficiente. Al igual que ocurrió con los servicios de bebidas repartidos entre los asistentes. Un total de 8 barriles de sangría de 30 litros cada uno, o lo que es lo mismo un total de 240 litros de sangría, así como 20 cajas de 35 botellines de agua con un total de 700 botellas de 33 centilitros se llegaron a repartir en el caluroso mediodía. Y ello con objeto de que nadie se quedara sin un refrescante vaso. Desde la barra de bar instalada a los pies del depósito de agua, el grupo de voluntarios se encargó de atender a los comensales, muchos de ellos ya con el plato en la mano.

En un ambiente festivo animado por dos agrupaciones musicales los benaventanos degustaron elaboraciones como cocido de lentejas, cocido de garbanzos con callos, cocido de alubias, carne con patatas o ensaladilla rusa. Este último plato es que el que lograba las colas más numerosas y eso que fueron dos las agrupaciones peñistas que lo ofrecían. No obstante, todas las cazuelas llegaron a dejarse listas para su limpieza porque si generosa era la comida más aún el apetito para reponer fuerzas.

Las 13 peñas oficiales llegaron a servir los platos de las degustaciones elaboradas por un restaurante, dejando atrás los años en que las propias peñas se encargaban de preparar la comida. Y todo ello a la sombra de la Mota.