"Violador", el primer astado de cajón de la Semana Grande se hizo notar en la mañana de ayer dejando a un hombre herido. El astado con hierro de la ganadería gaditana de San Miguel embistió a un experimentado corredor benaventano que tuvo dificultad para adentrarse en la talanquera sufriendo un pitonazo en el muslo por lo que tuvo que ser evacuado al hospital comarcal y posteriormente derivado a un centro de la ciudad de León donde tras ser intervenido de urgencia se recupera.

El toro se hizo el remolón tras su salida del cajón y no cesaba en dar requiebros en plena calle de San Antón Viejo. Le costó remontar la empinada vía, aunque mostraba su fuerza con empuje. Ascendió la calle y persiguió a los corredores. Muchos de ellos de la agrupación Charamandanga la que donó los dos encajonados, tanto "Violador", el del cortijo de la Fábrica de las Bombas en Jimena de la Frontera, como el que le sucedía a continuación, "Capotero" que estrenaba hierro de la finca Toropasión, procedente de terrenos de la localidad riojabajeña de Alfaro.

Violador mostró su fiereza en el cruce de la calle Candil y en el requiebro con Sancti Spíritus dándose de bruces con la talanquera arrojando en el suelo al corredor. Con ligereza y dando más de un susto a corredores y respetable llegó hasta el toril.

Su compañero "Capotero", con sello propio de la finca alfareña de Toropasión, lo estrenaba en Castilla y León, cosechaba elogios en la carrera por su fina estampa, logrando dar buen juego a los corredores y a quienes se atrevieron con las suertes. Un buen ejemplo de ello en la calle Ronda de la Rancha, en el trayecto vial poco antes de llegar a la plaza San Antón. No obstante, también se hizo notar con su bravura embistiendo a un joven corredor que fue evacuado al hospital comarcal. La IV edición de los toros de los condes duques de Benavente, de los encajonados de la agrupación taurina Charamandanga recibía encendidos aplausos del respetable.