Poco antes del mediodía de ayer viernes era localizada la vecina de San Pedro de Ceque, desaparecida desde el martes pasado. La mujer G. P., de 73 años, fue hallada por un pastor y un guarda forestal en el monte cercano al "Pernacio", a casi cinco kilómetros del pueblo, siendo trasladada hasta el consultorio médico y desde ahí era derivada en ambulancia al hospital para su observación médica.

Fueron los ladridos de los perros del ganado de ovejas los que alertaron al pastor de procedencia búlgara, Dijomir, quien localizaba a la vecina de San Pedro de Ceque dentro de un tubo de hormigón del pontón de "la boca de Valdeferreros", como así se denomina esta zona ubicada un poco más arriba del monte "Pernacio" y a casi cinco kilómetros del casco urbano. La mujer se hallaba dentro del tubo que cuenta con una reducida sección de 70 centímetros de diámetro. Su reducido cubículo lo había cerrado a ambos extremos con ramas y hojarascas, previsiblemente por temor a las alimañas, como explicó el pastor a este diario.

El pastor alertó inmediatamente a un forestal que en ese momento circulaba por la zona con un vehículo de la Junta de Castilla y León, cuyo agente estaba comprobando las intervenciones realizadas por el taller de empleo clausurado recientemente. Los dos lograron sacar a la mujer de su habitáculo temporal y Luis el forestal la trasladó en el vehículo hasta el consultorio médico del pueblo donde recibía las primeras atenciones para ser derivada posteriormente en una ambulancia del Servicio de Emergencias 112 al Hospital para una observación médica. La noticia del hallazgo de la vecina corría de inmediato como la pólvora por el pueblo felicitándose los vecinos y familiares tras una búsqueda que se ha prolongado durante tres noches y casi tres jornadas completas.

Desde las inmediaciones de la casa de la hasta hora desaparecida, en las inmediaciones del camino asfaltado hacia Uña, se han venido distribuyendo los vecinos en brigadas de voluntarios bajo las directrices de los agentes de la Guardia Civil de la tercera Compañía a los que se sumó el grupo cinológico. Así, unas labores en sesiones de rastreo de mañana y tarde desde que se daba la alerta de la desaparición a primera hora de la tarde del martes. Pozos, regatos, corrales y pajares han sido algunos de los lugares objeto de la búsqueda.

Durante la mañana de ayer se había incorporado en las tareas un helicóptero de la Guardia Civil para otear desde el aire el terreno de vaguadas, regatos y campo a través, así como las zonas de monte, del que este municipio cuenta con una abundante superficie con límites en La Milla de Tera o en Valleluengo y Molezuelas de la Carballeda, incluso en Osilga, en la zona de Congosta de Vidriales.

La localización de la convecina viva y salva era ayer saludada con alegría y con cierto asombro de que una persona de edad avanzada pudiera haber sobrevivido durante 69 interminables horas sin rumbo, ya que la desorientación podría ser la causa probable de su desaparición. Más aún, las inclemencias del tiempo del pasado miércoles podrían haber causado mella en la desaparecida porque las lluvias caídas durante esa jornada fueron abundantes.

Todo apunta a que su desorientación le llevase al camino originalmente escogido y donde había sido vista a primera hora de la tarde del martes, en el cruce del camino de Uña con el del monte. Hasta llegar a "la boca de Valdeferreros" del monte "Pernacio" donde la enjuta mujer se cobijó en su reducido habitáculo.

Los esfuerzos por dar con su localización eran ayer reconocidos por el propio alcalde apuntando a los vecinos que no dudaron en salir en la búsqueda de esta convecina desaparecida. Agradecimiento extensivo a los vecinos y a los agentes de la Guardia Civil intervinientes, con especial referencia a los del puesto de Camarzana de Tera, quienes desde el primer momento han estado al frente de las tareas que han dado con el resultado de un final feliz.