Una oleada de robos en varias iglesias del Valle de Vidriales ha puesto en alarma a no pocos vecinos de la zona debido a las reiteradas ocasiones en que esto viene ocurriendo. El modus operandi parecer ser idéntico, actuar de madrugada destrozando las cerraduras de las puertas para acceder a los templos y apropiarse de las pocas monedas de los lampadarios o cepillos, aunque para ello haya que destrozar también el mobiliario.

"Me avisaron de que habían entrado en la ermita de Moratones e inmediatamente fui hasta allí". Así relataba el párroco Miguel Hernández su nueva "indignación e impotencia", porque ya van varias las ocasiones en las que ha tenido que presentar denuncia por hechos similares ante la Guardia Civil.

El párroco se dirigió en la mañana del miércoles hasta la ermita de Moratones y comprobó cómo habían forzado la cerradura apropiándose del dinero de los donativos. Los cacos habían hecho de las suyas en la ermita y también en la iglesia parroquial. En esa madrugada del miércoles habían actuado también en la iglesia de Grijalba, en la de Bercianos, en la de Rosinos y en la de Fuente Encalada. Un total de cinco iglesias y una ermita. Unos hechos que se suman a los perpetrados en esa noche también en varias iglesias de la zona de la Carballeda. Incluso, al parecer, se intentó acceder a dos viviendas en los límites del casco urbano de Santibáñez de Vidriales, según han comunicado ayer sus propietarios.

Las actuaciones de los cacos en las iglesias vidrialesas han sido similares. Reventar las cerraduras ayudados por palancas o instrumentos metálicos para acceder al interior y apropiarse del dinero de los lampadarios y de los cepillos. En las tareas no dudan en abrir cajoneras revolviendo las ropas litúrgicas, abrir armarios, trasteros, etc.

Quizás el deterioro mayor y debido a su relevancia artística se ha provocado a uno de los cuarterones de las puertas de la iglesia dedicada a San Salvador en Fuente Encalada, cuyo edificio goza de protección ya que tiene incoado, desde mayo de 2009, el expediente de la declaración como BIC debido a su espectacular porche renacentista, cuyas columnas con capiteles sustentan una magnífica armadura morisca. Uno de estos cuarterones donde se halla la cerradura de la puerta ha sufrido un muy grave deterioro de difícil recuperación.

Se trata de una figura tallada en madera, al igual que el resto, y que forma parte de un conjunto integrado por las figuras de los doce apóstoles, los cuatro evangelistas y la Anunciación.