15.000 personas según el dato definitivo de la Policía Local, (la misma cifra que en la "Marea blanca" salmantina), se han concentrado contra el cierre de una planta del Hospital de Benavente, y por la mejora de la atención primeria y especializada con los partidos políticos locales unidos en torno a uno de los temas que más preocupan a los benaventanos. Hasta la fecha, las palabras de las autoridades de la Junta de Castilla y León no han hecho sino sembrar desconfianza. Las calles de la ciudad han sido "tomadas" e incluso colapsadas por la marcha.

La "marea" por la Sanidad ha comenzado en la cuesta del Hospital, aunque el lugar elegido se ha quedado pequeño para el volumen de manifestantes, que han optado por improvisar en el itinerario de la concentración.

Nunca antes, ni siquiera con el cierre de la red de ferrocarril Palazuelo-Astorga por el Gobierno de Felipe de González en la década de los ochenta del siglo pasado, Benavente y la comarca habían dado una respuesta como esta. "El miércoles serán tres contra 15.000", ha dicho el alcalde de Benavente durante el discurso final para advertir al consejero de Sanidad que el rechazó a las pretensiones de la Junta con la ciudad y la comarca serán contestadas de esta forma. Huerga pidió ayer a los jóvenes y a los benaventanos que salieran a la calle como acuden a la Plaza Mayor cuando piden el Toro, y la respuesta de la juventud y de la comarca se ha multiplicado por cinco.

Un día primaveral con 17 grados de temperatura ha contribuido a convertir en histórica esta protesta, que ha tenido que adaptarse a un recorrido imprevisto, con las pancartas entre el medio y el final en lugar de al comienzo. La gente ha tirado de la protesta y colapsado la Cuesta del Hospital, donde ha sido necesario parar el acto en dos ocasiones por la salida y por la entrada de dos ambulancias.