El Ayuntamiento de Camarzana de Tera ha solicitado a Fomento de la Junta de Castilla y León la reinstalación de las vallas de madera en la carretera entre esta localidad y Pumarejo de Tera.

Un total de 47 barras de madera aparecieron el fin de semana pasado sobre la calzada, la mayoría de ellas sobre la rigola de la carretera. Una circunstancia más que probable se deba a base de golpes en la madera, "a patadas" como han apuntado no pocos vecinos lamentándose del acto vandálico.

El Ayuntamiento ha tenido que comunicar lo sucedido al Servicio de Fomento de la Junta, ya que es la propietaria de esta carretera autonómica, la ZA-105, entre Camarzana de Tera y la intersección de la N-631 en Ferreras de Abajo.

Las 47 barras de madera derribadas de sus anclajes forman parte del vallado rústico que Fomento de la Junta instalaba dentro del proyecto de mejora de este carretera.

En el margen izquierdo de la calzada se construía un carril bici desde el entronque con la calle la Brea, en pleno casco urbano de Camarzana, hasta las inmediaciones del acceso al área de ocio y recreativa "la Barca". Un sendero paralelo a la carretera en un trayecto de un kilómetro dotado de una valla longitudinal.

Las 47 barras de madera derribadas permanecen sobre el pavimento, no perjudicando a la circulación rodada.