Las subvenciones anuales convocadas por la concejalía de Educación y Bienestar Social en materia de pobreza hídrico-energética están dirigidas a compensar parte de los recibos de agua y facturas de gas, electricidad, butano del años anterior y anteriores. El Ayuntamiento garantiza el suministro de agua, permite el fraccionamiento del pago, y bonifica los recibos. Estas medidas de protección social tienen dos objetivos básicos: minorar la deuda pendiente y facilitar el pago de los nuevos recibos. No obstante, y una vez consolidado el sistema y completada la base de datos con los hogares sin recursos que se han beneficiado del programa, la Concejalía de Bienestar Social quiere dar una vuelta de tuerca. Se trata fundamentalmente "aplicar una verdadera política de Bienestar Social, que nada tiene que ver con una política de caridad", explica Antonio Vega. "Lo que quiere este equipo de Gobierno es implementar diferentes medidas que ayuden a avanzar hacia la corresponsabilidad y que en ejercicios posteriores podrían ser matizadas en base a los resultados de esta primera puesta en práctica", añade.