El Colegio Rural Agrupado de Burganes de Valverde y los centros de Santibáñez de Vidriales y Tábara mantendrán las unidades de primero y segundo de educación secundaria obligatoria.

Así lo ha decidido la Junta de Castilla y León en colegios de educación infantil y primaria en 16 localidades rurales, en los que en este curso hay 296 alumnos, siempre que se den tres requisitos, entre ellos un mínimo de ocho escolares en cada curso y la petición expresa de los padres a través de la firma de un "consentimiento informado".

Después de dos reuniones con todas las partes afectadas, familias, ampas, colegios o ayuntamientos, la Consejería de Educación planteó una alternativa con tres requisitos que ayer publicó el Boletín Oficial de Castilla y León, de manera que esos centros rurales que los cumplan podrán impartir esos cursos hasta el curso 2020-2021, si bien habrá una revisión anual.

Los tres requisitos son la existencia de un mínimo de 8 alumnos tanto en primero como en segundo, que las familias con carácter previo firmen un "consentimiento informado" de que optan porque sus hijos cursen los dos primeros de la ESO en los colegios rurales de infantil y primaria y, el tercero, que no computará para el mínimo de alumnos aquellos que necesiten transporte para acudir al colegio, si cuentan con instituto a una distancia menor desde la localidad de residencia.