Que el panorama social y económico de los próximos años está lleno de incertidumbres, es una obviedad que está presente en el día a día de los benaventanos. Es difícil que el ciudadano de a pie comparta el optimismo del gobierno central respecto a la recuperación económica cuando en el día a día ven que los salarios menguan y la sombra del paro no se diluye.

Un indicador muy significativo de que las cosas no marchan en Benavente y que la ciudad cada día presenta un panorama poco atractivo, es el creciente descenso de la población. Muy atrás queda la ilusionante iniciativa del gobierno del Sr. Mañanes de llegar a la cifra de los veinte mil habitantes y muy abandonado, por no decir inexistente, está el programa "benaventemil" que decía el PSOE en el 2015 que iba a realizar cuando entrase en el gobierno de la ciudad para llegar a esa mítica cifra y fijar población.

Es cierto que es un pesado lastre para Benavente la mala coyuntura económica en la que está inmersa la sociedad en general y el poco apoyo que puede esperar de la administración autonómica para salir del impasse industrial en el que se encuentra sumida. Esto no justifica que nuestros gobernantes locales se paralicen y caigan en una terrible apatía que les impida promocionar de manera eficaz los programas de reindustrialización "BenEmpresa" y de captación y potenciación de emprendedores "BenEmprende", que llevaba en su programa de gobierno el PSOE para aumentar y fijar población.

Algunos de nuestros políticos trabajan de cara a la galería sin tener claro cuales son las prioridades que hay que afrontar de manera inmediata y efectiva. Es justo y necesario presentar mociones de apoyo a la Guardia Civil y en contra del maltrato sexista, pero también es muy importante, por ejemplo, hacer una moción y una negociación efectiva con la Gerencia de Servicios Sociales para que nuestros mayores no tengan que salir de Benavente.

Es incomprensible que por un lado pidamos que la sanidad en Benavente sea autónoma para evitar viajes innecesarios y por otro nos olvidemos que nuestros mayores están dispersos en residencias ubicadas fuera de Benavente teniendo una pública y excelentemente dotada en nuestra ciudad, que concede plazas a residentes sin priorizar a los que están empadronados aquí.

Comprobamos elección tras elección que los programas electorales son, en la mayoría de los casos papel mojado, que proponen actuaciones más o menos rimbombantes que no llegan a nada. Ideas que inicialmente son buenas, pero que los grupos políticos que las proponen cuando llegan al gobierno son incapaces de poner en marcha. ¿Qué ha pasado con la propuesta del PSOE de "creación y promoción de una marca e imagen comercial única del municipio, fomento de la profesionalización mediante la implantación de tecnología y la creación del Consejo Municipal del Comercio para lograr un comercio más moderno y competitivo"? ¿Qué ha sido del "Plan Director Turístico para Benavente y comarca y las escuelas taller con módulos de formación laboral, en comercio, restauración y turismo", que proponía Izquierda Unida en su programa electoral?

La economía, tengo la certeza que a medio plazo no va a levantar el vuelo y estas ideas, entre otras, son necesarias y se pueden realizar en nuestra ciudad para reactivar la economía, pero se necesitan de actores comprometidos y valientes para ponerlas en marcha.

El equipo de Gobierno de Benavente está dando muestras de que quiere hacer cambios pero de momento lo único que vemos son retazos de una sonata incompleta. Quiere regularizar los puestos de trabajo del Ayuntamiento pero no hay oferta pública previa de empleo y sí despidos improcedentes, hay un gran gasto en limpieza y los ciudadanos en las redes sociales denuncian un día sí y otro también que la ciudad puede mejorar su estado, hay locales acondicionados para emprendedores, pero no hay un plan que lo sustente, hay pendiente una modificación del Plan General de Ordenación Urbana y seguimos sin saber qué pasa con la ampliación del Benavente III, en fin muchas ideas pero poca ejecución.

El "Más vale volando" que reza en el escudo de armas del primer conde de Benavente es un ejemplo a seguir de quien disponía de todo y se arriesgó por un proyecto que tenía que iniciar desde cero. El Equipo de Gobierno debe aprovechar los recursos que pone la ciudad a su disposición para iniciar su desarrollo y no caer en la tentación de apoltronarse en el sillón conseguido.