El 6 de mayo de 2013 Kronospan presentó su oferta de compra de Interpanel en el Juzgado de Primera Instancia y Mercantil número 2 de Lugo. El documento, de 10 páginas, firmado por el principal representante de la multinacional en España, Neil Collen, tenía en cuenta todos los requisitos exigidos en el plan de liquidación de la sociedad maderera de Villabrázaro, pero con añadidos incluidos.

Kronospan ofreció 13,64 millones de euros (en la subasta terminó pagando 20 millones) por la fábrica y añadió al precio y al cumplimiento de las condiciones básicas establecidas en el Plan de Liquidación, un paquete de "compromisos adicionales y mejoras" que tres años y medio después no se verán cumplidos si finalmente, tal y como ha proyectado el grupo austriaco, el desmantelamiento de la prensa de producción se consuma.

El primer punto del apartado cuarto del documento, titulado Compromiso de permanencia de la actividad y viabilidad en el largo plazo, expresaba la intención de la multinacional de tener como finalidad y objetivo la adquisición de una unidad productiva para la integración de ésta dentro de la unidad de negocio del Grupo Kronospan en la Península Ibérica. Literalmente continuaba así: "Dicho de otro modo, que la voluntad de la oferente no supone la mera adquisición de un conjunto de inmuebles y máquinas, entre otros, sino la continuidad y adaptación de la actividad empresarial antes desarrollada por INTERPANEL, con vocación de permanencia y viabilidad en el medio y largo plazo.

Las intenciones de Kronospan no se quedaban ahí, como demuestra el documento, que glosaba a continuación cuales eran sus intenciones de forma más amplia. "La compra de INTERPANEL por parte de KMDF está incardinada dentro del proyecto de desarrollo del negocio de GRUPO KRONOSPAN dentro de nuestro país y el conjunto de la Península Ibérica", precisa el documento. "Este proyecto -prosigue el texto- ya ha sido iniciado mediante la compra e integración dentro del grupo de GRUPO INTERBON, un importante conjunto de sociedades fabricantes de tableros de madera y de fibras, junto con sus correspondientes unidades de producción de colas, resinas y otros componentes, así como la fabricación de puertas y su transporte y montaje".

Kronospan detalla en su oferta como el antiguo GRUPO INTERBON, que ha sido adquirido por la sociedad del grupo KRONOSPAN HOLDINGS SPAIN, S.L. en el último semestre de 2012, tiene su sede en Burgos y está integrado por fábricas repartidas entre el Barrio de Castañares, Salas de los Infantes y Quintanar de la Orden (Toledo).

"Actualmente -informaba entonces- apenas transcurridos seis meses desde la adquisición del mismo, las distintas sedes se encuentran prácticamente al cien por cien de su funcionamiento, y el grupo tiene ya comprometido un volumen de inversión de 75 millones de euros". "Estos datos, fácilmente contrastables, demuestran la clara apuesta de GRUPO KRONOSPAN por el negocio de la madera en España", añadió.

El documento expresaba su compromiso en el siguiente párrafo de la siguiente forma: "Así las cosas, la adquisición de INTERPANEL se enmarca dentro de este ambicioso proyecto, con la expansión del mismo hacia la zona noroeste del territorio nacional, valorando el enclave geográfico de la planta, las instalaciones y la posibilidad de incorporar la unidad productiva a la unidad de negocio".

Para reforzar su intención de abrir la fábrica, la multinacional aportó un anexo con una propuesta de negocio y un plan de viabilidad específicamente diseñado por KMDF para INTERPANEL e incardinado dentro del proyecto de expansión y consolidación de GRUPO KRONOSPAN dentro de España y la Península Ibérica".

Tres años y medio después, la oferta incumplida de la multinacional se ha convertido también en un asunto de debate entre quienes piensan que este documento no tiene más valor legal que el que pretendía en el momento de la compra, y entre quienes piensan que sigue vigente y es de obligado cumplimiento.