El Pleno del Ayuntamiento de Benavente aprobó anoche los Presupuestos Municipales de 2017 con los votos de la izquierda y el rechazo de la derecha del Partido Popular. Ni hubo ni se esperaba ninguna sorpresa. En los últimos 25 años ningún equipo de Gobierno con mayoría ha sacado adelante las cuentas municipales con el respaldo añadido de la oposición y anoche no fue diferente. Hace apenas 18 meses ocurría al revés y buena parte de los concejales que anoche levantaron la mano en un sentido anoche lo hicieron en el contrario.

Con el mismo espíritu mutante los argumentos se intercambiaron, pese a que la ley imperante, la regla y el techo de gasto, y un cúmulo de prescripciones normativas estatales deja apenas un leve resquicio para la novedad o la creatividad. Las cuentas que para el Gobierno de PSOE e IU son realistas, sociales, inversoras y generadoras de empleo, para el PP son poco sociales, poco inversoras, oportunistas y despilfarradoras. El debate se prodigó así en una guerra de adjetivos, reproches y pullas.

El portavoz de IU, Manuel Burón, restregó al PP la herencia del Plan de Pago a Proveedores, que las arcas municipales acaban de empezar a pagar hasta el año 2020; el "agujero" económico que han dejado la obras de los cuestos; los condicionantes estipulados en el Plan Económico y Financiero, y los errores de gestión que han causado la devolución de subvenciones y ayudas con intereses gastadas hace años. Esta herencia, insistió el portavoz de Izquierda Unida, ha lastrado a Benavente durante muchos años, un discurso que hace año y medio mantenía en la oposición.

Anoche fue el tercer portavoz del PP, Manuel Vega, el que defendió la posición de su grupo político con respecto a los presupuestos en lugar del que fuera concejal de Hacienda, José Antonio de Dios. Vega calificó los presupuestos de escasamente sociales porque no alcanzan el 1% (solo el 0,75%) de lo que la oposición reclamaba; oportunistas por utilizar por primera vez los dividendos del CTLB (una posibilidad aprobada por el anterior Gobierno popular) pese a que la sociedad, dijo, adeuda aún más de un millón de euros a los bancos; y despilfarradores porque aportan mucho más dinero a las fiestas del Toro que al mantenimiento de colegios. El popular reprochó también al Gobierno que no haya mas transferencias de capital (subvenciones) que las que se recibirán para el ARU; criticó la previsión de aumento de la recaudación por multas; valoró como insuficiente el aumento del Impuesto de Construcciones lo que le llevó a acusar al equipo de Gobierno de no apostar por el desarrollo industrial; y después de dar por hecho que PSOE e IU han atendido las recomendaciones del PP de invertir en el Benavente III, el PGOU y la pavimentación de calles; lamentó que el equipo de Gobierno no tenga en cuenta lo cinco millones de euros de inversiones legadas por el PP.

La bancada popular arropó el discurso de réplica de Vega mostrando carteles con la informaciones publicadas cuando PSOE e IU alcanzaron un acuerdo de Gobierno que entonces no contemplaba algunas de las inversiones que hoy figuran en los presupuestos, como el Benavente III o el lugar elegido para el vivero de empresas.

¿Dónde están esos cinco millones de euros?, se preguntó con sarcasmo el portavoz de IU. Burón replicó que la previsión de aumento de recaudación de multas se debe a la resolución de los centenares de ellas no cobradas en tiempos del PP e ironizó con el gasto social de 15.000 euros que la Diputación dedica a toda la provincia y que está por debajo de lo que el Ayuntamientos destina a Benavente, y sobre la escasez de subvenciones de la institución provincial "que no atiende" ni a las llamadas, ni a las peticiones, ni a los escritos del Ayuntamiento de Benavente.

Como en las películas de policías con poli malo y poli bueno, el equipo de Gobierno se repartió los papeles. La edil de Hacienda, Patricia Martín, defendió en un tono más reposado unas cuentas "impecables" e "intachables", "inversoras", "sociales" y "generadoras de empleo". Martín enumeró las principales líneas presupuestarias, el control del gasto y la reducción de la deuda -que para el PP también es fruto de su herencia-, y el esfuerzo inversor y social. "Sé que los presupuestos son buenos porque a ustedes no les gustan", afirmó en dos ocasiones y para apuntalar las a su juicio contradicciones del Partido Popular citó a Ortega y Gasset. " Yo soy yo y mis circunstancia y si no la salvo a ella no me salvo yo", espetó.