Premio Cum Laude por su tesis internacional en las universidades de Oviedo, McGill de Montreal (Canadá) y Messina (Italia), "Factores de crecimiento en el desarrollo y mantenimiento de los dientes", es difícil que las opiniones de este benaventano doctor en Odontologia, doble especialista, profesor e investigador puedan causar indiferencia. González, de 30 años, augura un cambio hacia la prevención en todas las ramas de la medicina en unas décadas usando el genoma de cada individuo, y da un severo repaso al "negocio" de la odontología y a la "total decadencia" de la Universidad española. La tesis de González ha recibido también una mención internacional y dado que es un proyecto de investigacion realizado en tres universidades ha sido nominado a un premio extraordinario en 2018.

-¿Cuál es el aspecto innovador de su tesis?

-Que los dientes se desarrollan a través de factores de crecimiento nervioso. Es decir, intervienen en el desarrollo o de manera indirecta a través de los nervios y generan y controlan las células principales de la estructura del diente.

-¿Cómo es este proceso?

-Los factores de crecimiento nervioso derivan del cerebro. Controlan el diente. Son unas células que migran cuando el feto se va desarrollando. Si hay algún problema con estos factores, repercute en el diente y en otras estructuras del organismo también. El diente se va a constituir, pero que se constituya bien o mal depende de cómo intervienen las moléculas del sistema nervioso. Aunque el diente es un sistema rígido, duro y tiene la pulpa nerviosa, todo está controlado por los nervios. Si hay una alteración, cuando se produce el desarrollo del diente la estructura se desarrolla de una manera anómala.

-¿En qué momento se produce esta situación y cómo se detecta?

-Esta situación se determina cuando aparece el problema en boca, pero el proceso se inicia cuando el feto se va a desarrollar. Las moléculas migran y cuando se van produciendo los depósitos minerales van controlando cómo las células distribuyen este depósito mineral. Es aquí cuando se produce el problema. Tenemos observado que cuando hay ausencia de alguna de estas moléculas, o no se desarrolla totalmente el esmalte o no se desarrolla, o la dentina tiene composiciones distintas, o la morfología del diente es totalmente distinta de una morfología normal.

-¿Cómo fue su investigación? ¿De qué forma llegó a estas conclusiones?

-El estudio se hizo tanto en ratones como en humanos. En los ratones teníamos los controles y los déficits. Cuando eran portadores de mutaciones observamos que las estructuras del diente eran distintas, tanto el esmalte, como la dentina, y vimos que a nivel celular los ameloblastos (que generan el esmalte) y los odontoblastos (que generan la dentina) están controlados por el sistema nervioso a través de estas moléculas. Aquí es dónde cambia todo: morfologías irregulares, esmaltes más débiles con lo que los pacientes serán mucho más propensos a caries, esmaltes más delgados con la posibilidad de que los dientes se desgasten antes...

-¿De qué depende en origen que el sistema nervioso opere de una manera o de otra?

-Es la genética, aunque contribuyen o no los factores hereditarios. Cuando se juntan las dos células, del padre y de la madre, en la producción de estos genes aparece esta anomalía o esta mutación. Que hay un componente hereditario es evidente: si el padre y la madre son portadores es muy posible que el hijo lo sea. Pero aunque el padre y la madre sean sanos esto no quiere decir que luego no se produzca esa mutación porque cuando se comienza a producir la cadena de ADN puede cambiar una base que dé origen a este proceso.

-¿Qué aplicación tiene su investigación?

-Hoy por hoy los tratamientos en odontología y en medicina están completamente desarrollados. No va a aparecer nada nuevo en los próximos 20 años. Mejorarán las técnicas pero no aparecerá nada nuevo. Lo que cambia y yo pude observar en Canadá, y se está haciendo un estudio entre las 18 primeras universidades del mundo, es el uso del diagnóstico, que está totalmente abandonado. Y en concreto el diagnóstico genético, de forma que cualquier persona con el tiempo, dentro de 10 o 15 años, entregará un pendrive al profesional que le va a tratar, y este examinará el sistema genético en su ordenador. Ahí se verán las mutaciones o los problemas del paciente y se podrá aplicar el tratamiento más eficaz porque se sabrán los tratamientos que no van a funcionar. Esto es lo que va a cambiar, la forma de diagnósticar.

-¿Hará falta que todos tengamos el genoma secuenciado?

-En realidad esto ya existe, ya se está haciendo. El problema es el precio. Secuenciar el ADN cuesta 27.000 o 35.000 euros. Y será necesario adaptarlo a cada área: el podólogo, el traumatólogo, el endocrino... La gran revolución que está por llegar es que el médico determinará el tratamiento más adecuado y podrá decidir los ocho más idóneos frente a los 30 posibles, no al libre albedrío como se está haciendo hoy. Somos moléculas y lo que determina lo que somos son estas moléculas.

-Parece sanidad ficción que todos los españoles vayamos al médico con nuestro arhivo de ADN en una memoria USB habida cuenta de cómo la economía influye en el sistema de salud.

-La ventaja de que obtengamos este diagnóstico es la prevención. Hay que cambiar la odontología en el sentido de aplicar un tratamiento cuando hay un problema. Si yo sé que este paciente va a tener un problema en el esmalte, lo que voy a hacer desde pequeño es hacer tratamientos del esmalte y de control de caries desde el primer día. Pero esto no es solo para esta especialidad, es para todo. Es la gran revolución que está por llegar y ya está cambiando.

-¿Quién lo pagaría? Dados los problemas que tiene el sistema, cómo va asumir la Seguridad Social en España la secuenciación del ADN de todos los individuos desde que nacen.

-Los costes ahora son muy elevados porque la secuencia de ADN se hace en tres centros para una población muy seleccionada. Lo que va a cambiar es que cuando esto sea eficaz, porque va a llegar, los costes de diagnóstico serán muy inferiores. Costará 100 euros hacer el diagnóstico. ¿Qué le cuesta más a la Seguridad Social, una prótesis de cadera o prevenir para no colocar esa prótesis? La prevención es el futuro porque se podrá prever como alimentarse en cada caso, y si no se hace la Seguridad Social le dirá a ese paciente, no ha cumplido y no nos hacemos responsables de mantener el tratamiento, pague usted la factura. Los americanos, los canadienses y los japoneses ya están secuenciando el genoma, cada vez hay más laboratorios y esto reducirá los costes. Llegar va a llegar pero cuando llegue hay que decidir si merece la pena. La factura de la Seguridad Social bajará seguro.

-En este futurible ¿cómo afectaría a la industria farmacéutica?

-Pues fabricarían medicamentos de acuerdo con la prevención. Yo prefiero que me prevengan durante ocho o diez años un problema que voy a tener en el futuro medicándome previamente que padecer esa enfermedad.

-¿Qué papel tiene y tendrá a su juicio la formación?

-Bueno yo creo que la Universidad española está en total decadencia. Tuve la mala suerte de comprobarlo con algunos alumnos que en tercero de carrera presentaban trabajos a lápiz o simplemente no buscaban nada en ningún libro. Yo creo que la Universidad española y los títulos universitarios se ven más como un papel donde ponga que soy algo y no como personas formadas, porque la universidad debería crear personas con la cultura y la capacidad de autocrítica y autoevaluación que no se da hoy por hoy. . Somos por ejemplo de los pocos países en el mundo donde hay selectividad. Donde para acceder a la universidad se hace una prueba de la escuela. No tiene ningún sentido porque la universidad tiene que ser una cosa muy distinta. Los sistemas que realmente funcionan y crean universitarios no un título, son los colleges que ya existen en Canadá o Estados Unidos, y que son un nexo entre la universidad y el bachillerato. Se entra en estos colleges y te preparas durante dos o tres años para la universidad. Esto de que tenemos la población universitaria mejor formada es imposible. He tenido profesores que no le llegaban a la suela de los zapatos a otros. Hasta que esto esté equilibrado es imposible que la educación sea correcta y que se forme a personas.

-¿Cuánto manda el negocio en su profesión?

-Sin control. Hay un negocio sin control. Y creo que es un fraude tolerado. La generación que comanda la odontología actualmente se quedó parada en un momento dado. Hay poca gente que tenga ganas de aprender y cambiar las cosas. Yo creo que la sociedad española no sabe decir no y es proteccionista. Hay gente muy buena sin tener un título universitario capaz de aprender y aplicar lo que conoce y gente que sale de la universidad y no tiene esta capacidad. ¿Dónde está el problema, en el que no tiene un título o en el que se ha formado mal?

-¿Vamos hacia la prevención inevitablemente?

-Deberíamos. Tenemos que ir hacia la prevención, ahora, el interés de las grandes empresas o el interés personal es la que marca las diferencias entre las sociedades avanzadas y que piensan en el interés común y las que miran para otro lado. Hay un centro en Alemania que tenía muy clara la importancia de la prevención y comenzó en solitario con un asistente. Hoy son ya más de 12 profesionales y tienen listas de espera de varios meses. Por la prevención se paga, pero el coste no es tan alto.

-¿La prevención debe de ser pública o privada?

-Debe ser en casa y en la medida que la sanidad pueda mantenerla pública.

-¿La odontología es una cuenta pendiente en la sanidad pública española?

-Teniendo en cuenta que si quieres hacer odontología a dos euros, sí. Va a ser inevitable que se mantenga la privada. Hasta hace unos años en España se permitían dos millones de mutuas de seguridad dental, hoy no sé si el negocio anda por los nueve o diez millones y el coste del tratamiento lo deciden unas personas que no están formadas sin dar información. De esta forma se está bajando la calidad para los centros que lo asuman. ¿La prevención tiene que ser privada o pública? Cualquiera de las dos me vale siendo conscientes de que tiene un coste. Todo lo que es preventivo a nivel de seguros tiene coste cero hoy por hoy.

-¿Podría asumir la sanidad pública una odontología preventiva?

-Pero no solo la odontología, la medicina general preventiva. Pero con consecuencias. Cuantas personas tienen sobrepeso y se les dice, usted tiene diabetes si no cambia la situación está usted fuera del sistema. En Japón, algo que admiro, a partir de un porcentaje de grasa le dicen al paciente abone usted su cuenta. Esto obligaría. La responsabilidad tiene que imperar y si no el sistema, que es deficitario, debe tomar medidas.

-¿Qué opinión le merece el I+D+I?

-Si saliera de las universidades y fueran centros privados de una manera que estuviera relacionado como empresas como funciona en el resto del mundo? Tiene sentido que esté en la universidades pero hay mucha gente que hace tiempo que no le importa a los que les importa están englobados por los primeros. Harvard es, por ejemplo, un centro privado que en una parte actúa como universidad y posee uno de los grandes centros de investigación del mundo. Eso quiere decir que tienen muy claro que los que están allí dentro lo están por algo, y no por un salario. Es decir, hay que cumplir unos baremos, sean catedráticos o estudiantes, y si no los cumplen no interesan. Las empresas ponen dinero ahí porque saben que se va a llegar a buen puerto. La investigación y la ciencia no deben ser solo de libre albedrío. Debería ser siempre por el interés de que tengan una aplicación. Cuántas investigaciones se hacen hoy en España, y soy consciente de ello porque formo parte de algunos grupos. Si hay muchas que investigan pero quedó ahí. Entonces todo ese dinero invertido para que sirvió. No digo que sea interesante, pero a lo mejor hay que prioriza de alguna manera. Hay que priorizar los recursos.