Solo con tres árboles de kiwis, dos hembras y un macho «porque uno se me perdió», el octogenario Placentino Vara Sal- són obtiene una abundante cosecha de kiwis junto a su casa en Santa María de la Vega. La cosecha siempre es grande «y eso que cuando son pequeños muchos los quito de las ramas», dice el vecino de la localidad ribereña del Eria. La curiosidad de la cosecha está en que muchos de los frutos «tienen formas eróticas».

Placentino Vara plantaba estos árboles en la huerta de su casa y de ello hace una decena de años, convirtiéndose en pionero en su localidad, aunque su experiencia en las cosechas del fruto ha servido de ejemplo ya para una media docena de vecinos que se han inclinado por tener también kiwis en sus terrenos. De la iniciativa del precursor se hizo eco este periódico con ocasión de contar con una abundante cosecha. El kiwi es un árbol subtropical que se viene adaptando bien so- bre todo en el Norte de España y con especial incidencia en tierra asturiana. En nuestra zona, aun- que no es muy común, desde ha- ce unos años se vienen cultivando algunos de estos ejemplares en huertas y jardines. En Santa María de la Vega, Placentino Vara fue el precursor pero se ha encontrado que una buena parte de sus frutos han adoptado formas que él denomina «algo eróticas» en referencia a las protuberancias o deformaciones.

Una circunstancia nada ajena a este tipo de fruta ya que por influencia de hongos, bacterias o nematodos y también por facto- res externos como el viento, el calor o las heladas se produce la caída del botón floral y se producen deformidades en algunos frutos presentando esas forma- ciones alargadas o protuberan- cias adosadas al fruto madre, según han explicado técnicos consultados.

Lo que sí es evidente es que en los últimos años cada cosecha de kiwis es más abundante, según refiere Placentino Vara, quien suministra generosamente a su familia y amigos de esta sabrosa fruta más rica en vitamina C que la naranja. Los vecinos están agradecidos porque a través de Placentino se han atrevido a probar suerte con los kiwis. De momento, este jubilado de Santa María de la Vega, amante de la naturaleza como el que más ya viene recolectando los frutos que cuelgan de las ramas, «porque las hojas se van ya secando y comienzan las heladas. Hay que quitarlos ya», dice. Como ha venido haciendo estos años, la maduración la hace colocando los frutos junto a las manzanas y las peras, ya que estas frutas favorecen el proceso de maduración de los kiwis.