La visita de más de una veintena de directivos de Kronospan a Interpanel hace apenas un mes no pasó inadvertida en Benavente. Tampoco los contactos de la multinacional con establecimientos hosteleros locales pidiendo precios de reserva para un centenar de plazas durante varias semanas. Ayer, la Unión General de Trabajadores denunció el que considera el desmantelamiento definitivo de la fábrica de Villabrázaro.

El plan de Kronospan pasaría por traer a cerca de un centenar de trabajadores centroeuropeos, previsiblemente polacos, para consumar el desmantelamiento de la línea de producción de tableros, una tarea que podría requerir varios meses de trabajo con turnos de 24 horas. El destino de la maquinaria sería Polonia, según ha explicado UGT, o bien Rumanía e incluso Bulgaria, donde la multinacional también posee fábricas. Aunque oficialmente Kronospan no se ha pronunciado, sí habría comunicado sus intenciones tanto al Ayuntamiento de Villabrázaro como a la Junta de Castilla y León, según aseguró el secretario de organización de la Federación de Industria, Construcción y Agro (FICA) de UGT, Andrés Mielgo.

"Durante este mes hemos comprobado que Kronospan ha transmitido al Ayuntamiento de Villabrázaro y a la Junta su intención de desarmar y no reabrir Interpanel", afirmó Mielgo, que acusó a ambas administraciones de estar "tapando" las intenciones de la multinacional sin informar a la opinión pública, lo que calificó de "escándalo" y de "vergüenza".

UGT ha exigido la reapertura de la fábrica y el cumplimiento del compromiso adquirido por Kronospan cuando adquirió Interpanel en la subasta del concurso de acreedores. También pidió la implicación de todas las instituciones y ha anunciado medidas que van desde la solicitud de informes jurídicos para determinar la posibilidad de emprender acciones legales que frenen el desmantelamiento hasta la convocatoria de movilizaciones. "Es la ejecución de un robo del futuro de la comarca de Benavente. Sin industria no hay futuro y si desmantelan Interpanel se llevan el futuro", alegó Mielgo que recordó que la fábrica "solo faltaría darle a un botón y se generarían 150 puestos de trabajo directos y otros 50 o 60 indirectos". "No hay otra oportunidad y si se pasa no va a volver", añadió.

El secretario provincial del sindicato, Ángel del Carmen, recordó el cierre de Pevafersa y "las pegas, peguitas y casi rocas" que la Junta y el Gobierno están poniendo al proyecto de la biorrefinería de Barcial del Barco para evidenciar la realidad industrial en la que está sumida la provincia y que ahora se agrava con el desmantelamiento de Interpanel.

Del Carmen también recordó el papel beligerante de la Junta en otros casos de deslocalización como el de Lauki y pidió directamente a Juan Vicente Herrera ""al que se le llena la boca con el empleo y el mundo rural" que se implique y abandere la oposición al desmantelamiento de Interpanel . "La Junta tendría que hacer una salida pública, decir basta e iniciar acciones judiciales contra quien roba y defrauda. Así de claro".