El Ayuntamiento de Benavente sacará a concurso antes de que finalice el año la contratación de la elaboración de la relación de puestos de trabajo del Ayuntamiento de Benavente, que afectará a más de 200 empleados municipales. La Concejalía de Personal ha confirmado que se están elaborando las base para adjudicar los trabajos a una empresa externa, ajena por lo tanto a la administración local. La adjudicataria tendrá entre cuatro y seis meses para completar los trabajos encomendados que, en todo caso, entrarán en vigor en enero de 2018, según las previsiones.

Intervención ha dado el visto bueno para incrementar la partida destinada al inicio del proceso de regularización comprometido por los dos partidos que conforman el Gobierno de coalición de 17.500 a 30.000 euros.

El Ayuntamiento pretende así definir y ajustar la estructura laboral municipal. El concejal de Personal, Jesús Nieto, ha reiterado que "no se escatimará ni en transparencia ni en consultas con los trabajadores" pero ha defendido la "idoneidad" de que los trabajos sean realizados por una consultora externa y ajena por lo tanto al Ayuntamiento para evitar posibles "injerencias e interferencias".

La Federación de Servicios Públicos del sindicato UGT instó ayer al Ayuntamiento a llevar a cabo "de forma inmediata la Relación de Puestos de Trabajo, sea a través del personal propio del Ayuntamiento, o por parte de una empresa externa", pero expresó dudas de que acudir a la una consultora externa sea el procedimiento adecuado. "No creemos que deba ser satisfecha por un ente externo a dicha Institución, ya que es labor que puede ser llevada a cabo por sus trabajadores y trabajadoras", adujo en una carta abierta dirigida a la administración local benaventana.

El desarrollo de una RPT, significa organizar de una vez por todas el trabajo, los puestos de trabajo, y las funciones a desarrollar, de una manera que refleje fielmente las acciones que se llevan a cabo en cada puesto y/o lo que se debe realizar. La mayoría de ese trabajo de redactar una RPT, recae finalmente en los propios trabajadores y trabajadoras, realice quien realice la redacción final del documento, ya que son ellos y ellas los que están día a día desarrollando ese trabajo, y realizan diariamente las tareas en cuestión. Otra cosa es la valoración posterior de si esas funciones están correctamente asignadas, o hay que redistribuirlas, pero el conocer realmente las tareas que se llevan a cabo en el Ayuntamiento, le corresponde describirlas a cada miembro del personal, tanto laboral como funcionario", defiende.

A juicio de la FSP-UGT uno de los handicaps alegados por el equipo de gobierno en su decisión de adjudicar su elaboración a una empresa externa, "han sido las posibles desavenencias entre los propios empleados y empleadas al determinar las funciones de cada puesto, y la posibilidad de presiones entre ellos por la adjudicación unas u otras competencias; pero teniendo en cuenta que la empresa externa igualmente tendrá que acudir al personal del Ayuntamiento, principalmente al encargado genera, para recabar información, el razonamiento de que no debe acudirse a trabajadores internos para evitar fricciones u otros problemas pierde todo el sentido", argumenta.

El sindicato recuerda no obstante que la elaboración de una nueva RPT requiere de la participación y consulta inexcusable con los Órganos de Representación Unitaria del Ayuntamiento (Comité de Empresa y Junta de Personal) quienes para emitir su dictamen recabarán información de la plantilla de personal del Ayuntamiento, "y exigirán sin duda que el proceso se desarrolle con total transparencia y libertad de información, por lo que no se atisba siquiera dónde está la ventaja de encomendar el trabajo a una empresa externa".

El alcalde de Benavente, Luciano Huerga, explicó que la RPT "es un compromiso electoral de las formaciones que componemos el equipo de Gobierno que vamos a cumplir" y precisó que se trata de una "necesidad imperiosa" de esta administración "que no se ha querido abordar por anteriores corporaciones municipales, especialmente por parte del Partido Popular, que incluso hizo caso omiso a las recomendaciones anuales del Consejo de Cuentas y llegó a meter en un cajón la elaborada durante el mandato del PSOE (2003-2007) que estaba únicamente a falta de su aprobación en Pleno".