La exconcejal de Fiestas del PP, Bárbara Palmero, aseguró el viernes a la juez que el que fuera su principal colaborador y principal investigado en el caso de presunta apropiación indebida de la recaudación de los programas del toro durante varios años, Andrés Rivera, no tenía despacho en el Ayuntamiento, al que acudía solo semanas antes de la organización de las fiestas.

Palmero afirmó en su declaración que Rivera, por cuya relación laboral preguntó Izquierda Unida en varias ocasiones en sesiones plenarias y comisiones informativas durante dos años, no sólo no tenía relación laboral con el Ayuntamiento sino que nunca llegó a ocupar despacho alguno en el Consistorio de forma habitual.

Según la exedil, su colaborador realizaba sus tareas, bien en su despacho, bien en el de la técnico de asuntos sociales en una mesa que estaba destinada generalmente a alumnos en prácticas y que donde "solía estar 15 o 20 días antes de las fiestas", aunque no "de forma habitual".

Bárbara Palmero negó también que dispensara un "trato de favor" a Rivera y precisó que sentía por él el mismo agradecimiento que por todos los miembros que colaboraban en la comisión de fiestas .

En su declaración ante la juez, la exedil reconoció que su más estrecho colaborador recibía cantidades pequeñas para realizar pagos con el que cubrir pequeños gastos de decoración en los periodos festivos que nada tenían que ver con los programas del toro. Palmero aseguró que los servicios técnicos nunca le pusieron reparos o le realizaron advertencias por estas entregas de las que no le consta que se le dieran recibís a su colaborador.

En cualquier caso, dijo, si sobraba dinero su colaborador lo devolvía y ella firmaba las facturas del gasto realizado. Lejos de producirse problemas por esta forma de librar pagos Andrés Rivera, siempre según la declaración de la exconcejal, "intentaba ahorrar dinero al Ayuntamiento comprando más barato".

Palmero sí aseguró conocer que Rivera y otro miembro de la comisión de fiestas tenían una cuenta abierta en una entidad financiera para el pago de la concentración de charangas que se hacia en el fiesta de la Veguilla aunque precisó que ese dinero no era publico y explicó que con anterioridad había habido otros titulares menores de 25 años porque la entidad financiera no cobraba comisiones a los menores de esa edad.