La exedil de Fiestas del Ayuntamiento de Benavente, Bárbara Palmero, aseguró ayer a la juez que instruye la causa por presunta apropiación indebida de parte de la recaudación de los programas del Toro Enmaromado, que desconocía que el dinerose entregara en el Ayuntamiento en efectivo; que nunca recibió ninguna advertencia o reparo por parte de Intervención, Tesorería o Recaudación sobre el sistema que se estaba empleando y la conveniencia de que fuera un empleado municipal y no un colaborador de la Comisión de Fiestas quien se encargara de este cometido; y que se enteró por la prensa de que faltaban los ingresos de los programas desde el año 2012.

Palmero, que se negó a responder a las preguntas de los tres letrados restantes y solo contestó a las formuladas por su abogado, explicó que había prescindido del empleado municipal que anteriormente se encargaba de la recaudación de los programas por "desconfianza" y, entre otros motivos, porque efectuaba la recaudación de los programas que dejaba en los quioscos un año después.

La exconcejal aseguró que el cambio de persona encargada de recaudar este dinero era "vox populi" en el Ayuntamiento, y mostró su extrañeza de que ningún técnico no le advirtiera de que la recaudación no podía realizarla un colaborador ajeno al Ayuntamiento ni que podía entregarse en efectivo. Al respecto insistió en que había dado órdenes a su colaborador de que entregara el dinero siguiendo el sistema que le dijeran los técnicos; negó que hubiera ordenado su entrega en efectivo y reiteró que de hecho desconocía que se hubiera hecho de esta forma.

Bárbara Palmero se quejó de estar siendo objeto de un "juicio político" y se refirió al primer teniente de alcalde como un "enemigo político" que "siente odio hacia su persona".

El ahora primer teniente alcalde y entonces portavoz de IU en la oposición, negó esta animadversión. "De hecho, la relación con ella tras el famoso pleno de 2009 fue mejor que la que tengo ahora con la oposición", aseguró. El concejal de IU recordó que todas las preguntas que realizó en los plenos sobre el principal colaborador de Bárbara Palmero, y principal investigado en este caso, Andrés Rivera, fueron contestadas por la concejala alegando desconocer lo que IU le preguntaba, o con respuestas parciales e incompletas. "Lo que está claro es que las presuntas irregularidades por la que preguntamos en varios plenos a la concejal sobre este señor, que andaba como Pedro por su casa en el Ayuntamiento, parece que eran ciertas y algo había como se está viendo", indicó.