Uno o varios grafiteros emplearon parte de la madrugada del domingo en dejar su impronta en varios edificios y espacios públicos de la ciudad. Ayer por la mañana la fachada de la antigua estación de tren apareció pintada, al igual que la vieja locomotora de la zona verde aledaña. El autor o uno de los autores de las pintadas en el caso de que fueran varios tuvo tiempo de firmar con sus iniciales las tres barbacoas de la zona verde próxima a la estación. NSK se puede leer en el conjunto de las barbacoas.

Del mismo modo aparecieron pintadas y restos de botes de espray y guantes en el parque biosaludable próximo al barrio de Honduras, dónde una enorme pintada que cubre la mampara de metacrilato de la instalación dejó también constancia de su presencia.El Ayuntamiento puso los hechos en conocimiento de la Policía Local y seguidamente formuló denuncia ante la Guardia Civil. Agentes del Puesto Principal tomaron fotografías y recogieron los restos dejados por los grafiteros a media mañana. Fuentes municipales explicaron que el autor o autores de las pintadas podrían ser reincidentes.

Hacía tiempo que los grafiteros no actuaban en la ciudad y menos de una forma tan activa, según precisaron las mismas fuentes. La ordenanza cívica, tipifica como una infracción administrativa grave las pintadas y los grafitis no autorizados y sanciona con multas de varios miles de euros los casos considerados más graves. El pago de las multas puede suplirse con trabajos en favor de la comunidad.