La fuerza de voluntad de los más pequeños fue puesta a prueba ayer en el programa Muévete, de la Concejalía de Juventud. Por un lado porque la propuesta consistía en montar estructuras que lograran estabilidad; por el otro porque los materiales a utilizar incluían gominolas y no podían comérselas hasta terminar de montar las diversas figuras que comenzando siendo geométricas y acabaron por formar elementos cotidianos como un ventilador o un puente.

El desarrollo de novedoso este taller corrió a cargo de AJO Taller de Arquitectura, que comenzaron explicando la importancia de las estructuras para que un edificio se mantenga en pie y terminaron por disfrutar junto a los pequeños de la magia de construir a escala con materiales cotidianos y fáciles de usar.

Cerca de veinte niños y niñas participaron en este taller de arquitectura incluido en la programación del Verano Activo bajo el título "Triangula".

El trabajo cooperativo fue fundamental para la elaboración de las estructuras, que "fueron creciendo por iniciativa de los propios participantes", explica Tomás Francés, arquitecto y monitor de la actividad. "Se les explicaban las mecánicas para incrementar volúmenes y ellos mismos las iban poniendo en práctica, encontrándose con problemas de estabilidad, como pasaría en el diseño de un edificio en la vida real".

Para eso estaban los miembros de AJO (Arquitectura y Juego), para ofrecer diversas soluciones a los tres grupos en los que dividieron a los participantes.

Niños y niñas de entre siete y doce años se acercaron un poco más a la arquitectura y acabaron construyendo un puente, un molino, ventiladores, una torre o varias esferas.

"El objetivo de nuestros talleres es acercar la arquitectura a los más pequeños, fomentar la opinión crítica y, sobre todo, que se lo pasen bien experimentando", explicó Carmen Francés, también arquitecta y socia fundadora de AJO.

Los materiales utilizados fueron muy sencillos: palillos y gominolas de diversos colores, que daban al resultado final una vistosidad agradable a la vista... y al gusto, pues fue difícil resistirse ante tanto dulce.

Aprendieron también los asistentes que aunque el cuadrado les parecía la forma más estable, al apretarle los vértices esa estabilidad se perdía, de manera que "triangular", como invitaba a hacer el título del taller, fue la mejor solución para evitar deformaciones en sus pequeñas obras de arte.

El trabajo colaborativo fue fundamental, enseñando a trabajar en equipo en la creación de las estructuras.

El Punto Joven acoge durante el verano diversos talleres. Algunos se desarrollan en la Pradera, como fue el de ayer con la arquitectura como protagonista, otros en las piscinas municipales y otros en las propias instalaciones de la calle Fortaleza.

Para hoy viernes está previsto un nuevo taller intergeneracional en colaboración con Cruz Roja Benavente. El baile será el hilo conductor del intercambio de conocimientos entre adultos y menores que tendrá lugar entre las 12.00 horas y las 14.00 horas en los paseos de La Mota.

Las actividades acuáticas en piscina también son muy demandadas y, tras el descanso del domingo, el lunes 1 de agosto, los pequeños de la casa vuelven al Punto Joven para jugar a la Wii.

El programa Muévete ofrece amplios contenidos de ocio basados en actividades lúdicas que ayudan a pasar la época estival a los escolares que durante el verano disfrutan de las vacaciones.