El incendio que el sábado puso en jaque a las bodegas de Fuentes de Ropel calcinando una superficie de 0,26 hectáreas de maleza y rastrojos secos se produjo por una negligencia, según ha informado la Junta de Castilla y León.

El fuego se originó al proceder a limpiar de vegetación toda la zona y se terminó extendiendo por toda la zona causando daños en una superficie de 2.600 metros cuadrados y poniendo en riesgo una linea de casas.

Acabar con el fuego costó dos horas de trabajo y la movilización de un agente medioambiental, una cuadrilla de tierra, una autobomba y los bomberos de Benavente.