El tesorero y la interventora accidental del Ayuntamiento de Benavente confirmaron ayer a la titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Benavente que la venta de los programas del Toro nunca fue fiscalizada. Los técnicos explicaron a la juez que desconocían que los programas fueran vendidos y generaran ingresos, cuyo control hubiera sido siempre obligatorio.

Ni el tesorero ni la interventora accidental recibieron por lo tanto dinero de la venta de los programas durante los tres años en los que se investiga un presunto delito de apropiación indebida. Según explicaron tanto la entrega como la recepción de dinero obligaba a cumplimentar un impreso por triplicado, el sistema empleado habitualmente en el Ayuntamiento benaventano para este tipo de movimientos dinerarios. La venta de los programas, se realizó por lo tanto, según su testimonio, al margen de cualquier conocimiento y control oficial.

El 29 de septiembre prestarán declaración el interventor y el concejal de Medio Ambiente, Manuel Burón. También en septiembre declarará como investiga la ex edil de Fiestas, Bárbara Palmero.