Benavente acogió ayer a 260 participantes en el décimo Encuentro de Encajeras de Bolillos que tuvo lugar en la Plaza Mayor.

Se trata de una cifra récord en este evento cultural en el que las mujeres se convierten en protagonistas por su habilidad con los bolillos. Hubo incluso que pedir más tableros que hicieran de mesa al Ayuntamiento, al superar el volumen de participantes las expectativas de la organización, que se mostró satisfecha de la buena acogida de este encuentro que lleva diez años celebrándose.

Las participantes procedían de diversas provincias de Castilla y León como Zamora, Salamanca, Segovia, Palencia, Valladolid o León, así como de otras Comunidades limítrofes, como son Madrid, Asturias, Cantabria, País Vasco y Galicia.

En definitiva, un encuentro nacional en el que se busca poner en contacto a las aficionadas al encaje de bolillos, una práctica que según las propias asistentes, "engancha, una vez que empiezas ya no puedes parar".

Y esta afición sana y mañosa comenzó con la degustación de pastas repartidas por las mesas y finalizó con una comida de hermandad en un restaurante de la ciudad.

Nueva asociación

"Llevamos diez años organizando este evento, pero es el primero que lo hacemos como asociación", explicaba Isabel Fernández, presidenta del colectivo que ayer entregó obsequios a las localidades participantes junto a diversos miembros de la corporación municipal.

Las encajeras tienen una Asociación Cultural oficial que comenzó a constituirse en agosto del año pasado, tras finalizar el noveno encuentro y ver el éxito de participación que va en aumento.

"El Ayuntamiento ha colaborado con todo lo necesario, facilitando las sillas y tableros y ubicándonos en la Plaza Mayor", indicó Fernández, quien agradeció a miembros de la Asociación vecinal de Maragatos-Las Malvinas la colaboración en la instalación de las mismas.

Quince socias inician el proyecto de agruparse oficialmente, lo que les dará derecho a optar a subvenciones de instituciones públicas.

Taller para niños

En sus bases está el dar continuidad a la práctica del encaje de bolillos realizando "algún taller más durante el año, fuera del calendario de encuentros", pero el principal objetivo es "preparar una clase para niños y niñas, con el fin de enseñar a las nuevas generaciones esta práctica y evitar que se pierda", señaló Fernández, quien recuerda que además de mantillas y pañuelos, que es lo que más conoce la gente, se pueden hacer muchas otras prendas y complementos.

Así lo demostraron en el taller de fieltros que ayer fue novedad en el programa, así como los puestos instalados en el centro de la Plaza Mayor para facilitar todo tipo de materiales con los que hacer encaje de bolillos.