Acabo de recordar lo que hace 2000 años, para distinguir entre los verdaderos y falsos profetas, dijo el hijo de un carpintero: "por sus obras los reconoceréis".

Está muy mal proclamar que se va a gobernar con "el compromiso firme y por escrito de que todas las decisiones importantes que afecten a la ciudadanía se tomen en el pleno municipal y no en la junta de gobierno local, de espaldas a todos los representantes de la ciudadanía", para posteriormente hacer lo que venga en gana amparados en las mayorías, sin dar opciones a los acuerdos y tratando de investir las decisiones adoptadas previamente de un cuestionado halo de legitimidad en el marco del pleno municipal.

Un ejemplo muy ilustrativo de que las mayorías, sean del signo que sean -incluso las que se autodefinen como "progresistas"- aplican el rodillo sin ningún tipo de consideración ha sido, lamentablemente, porque han implicado con su torpeza a una asociación cuyos fines son muy loables, la cesión de las desafortunadas cabezas de toro. No voy a insistir en este tema tan conocido por todos los benaventanos, pero es importante analizar la nula voluntad que tiene el equipo de gobierno de nuestra ciudad de que sus "importantes decisiones" sean transparentes a los representantes de los ciudadanos y a la ciudadanía en general.

El 12 de mayo de 2016 el alcalde, Luciano Huerga, ordena iniciar formalmente los trámites para la cesión, que se lleva para su dictamen a la preceptiva Comisión Informativa, donde participan todos los grupos. Posteriormente se lleva al Pleno el día 31 de mayo. En la Comisión Informativa PSOE e IU, amparados en su mayoría como ha pasado casi siempre, no admiten otras propuestas distintas por parte del grupo de la oposición, al ser una decisión tomada por ellos de antemano.

Esta actitud tan lamentable deja en entredicho la voluntad de transparencia y participación que proclamaban en su "documento marco para un nuevo gobierno municipal en el Ayuntamiento de Benavente", firmado por los dos grupos coligados y cuestiona la trascendencia que tiene en la vida de la ciudad el Pleno municipal.

A esto tengo que añadir el poco talante democrático que por esta circunstancia mostró el PP, partido en la oposición, al abandonar el salón de plenos. Es cierto y tengo que reconocer que el cuerpo, incluso a mí, pedía eso, pero debo recordarles que el juego democrático consiste en debatir y parlamentar siempre a pesar de que las mayorías absolutas funcionan desgraciadamente así, como un rodillo. Es que ¿se han olvidado los señores del PP que cuando ellos gobernaban, se llevaban a Pleno para su "ratificación" las decisiones adoptadas por ellos en las distintas comisiones en las que tenían mayoría absoluta, que eran todas, y que no admitían discrepancia alguna? Algunos no abandonamos jamás, parlamentando incansablemente en el mayor órgano de decisión municipal, que es el Pleno, a sabiendas de que no había nada que hacer. Sabía cuál era mi obligación frente a los que me dieron su confianza en las urnas, cosa que parece que ahora han olvidado los concejales en la oposición. Con su actitud teatrera no contribuyen a mejorar el panorama político nacional, caracterizado por la falta de voluntad para llegar a acuerdos entre los distintos grupos políticos.

Señores del equipo de gobierno municipal, no se dan cuenta que actitudes como esta no propician lo que ustedes propugnaban en su Documento Marco, "un cambio real y estable" con el objeto de eliminar "las políticas regresivas en derechos" que, según ustedes, aplicaba el Partido Popular. Siento tener que repetirme, pero esa apariencia de cambio con nuevos actores en la política municipal es solo eso, apariencia, porque siguen mostrando las mismas posturas intransigentes que sus antecesores, que no conducen a nada, salvo mostrar las carencias de quienes no son capaces de abordar los verdaderos problemas.

El Pleno municipal es algo muy importante. Es el máximo órgano de representación política de los ciudadanos. Tan importante, que por Ley tiene atribuidas las mayores competencias en las grandes decisiones que afectan a los benaventanos y ustedes, gobierno y oposición, lo están prostituyendo con sus actuaciones partidistas. Unos la utilizan como plataforma para el simple y pueril pataleo y los otros para investir de legalidad sus actuaciones, sin esforzarse lo más mínimo en buscar acuerdos que puedan aportar algo más de coherencia a las decisiones tomadas.

Si para esto sirve el Pleno, voto por su desaparición y de esta forma los benaventanos nos ahorraríamos unos eurillos.