Si el miércoles, el día del Toro Enmaromado, tocó desayuno a base de chocolate, ayer jueves el mismo escenario de los Paseos de la Mota se convirtió en palenque público de unión entre las peñas festivas y el resto de la ciudadanía con la gastronomía como centro. Atrás quedaban las paelladas de otros años servidas en raciones a precios módicos en la Pradera y que venían a despedir los festejos.

En la jornada de ayer, uno de los lugares más emblemáticos de los benaventanos, los Paseos de La Mota y sin precisar de mesa y mantel, llegó a reunir a centenares de personas para participar en una degustación popular de comidas tradicionales ofrecida por las agrupaciones de peñistas y el Ayuntamiento. Y gratis.

"Esto viene a incentivar que todos los benaventanos disfruten más de las peñas", decía el presidente de la coordinadora de peñas, Carlos Ferrero. Cada una de las peñas ofrecía un plato degustación.

Arroz a la zamorana

Por los stands de cada agrupación peñista desfilaban los benaventanos para llevarse a la boca una ración, de arroz a la zamorana, de lentejas con panceta y chorizo, de alubias con berza, lacón y chorizo, de patatas a la riojana, y otros más. Para elegir, para degustar, pero no pocos comensales reconocían: "¿Para qué vamos a ir a casa a comer, si tenemos menús muy variados y están muy bien?"

Ah!, y no podía faltar la bebida, en una barra servida por voluntarios no se paraba de apretar el surtidor para la sangría, o de ofrecer los botellines de agua. Las colas se hacían extensas tanto en la barra como para solicitar los platos, cubiertos y servilletas. Se repetía y claro, así los operarios de limpieza no cesaban de recoger los vertidos en las cajas o de las papeleras.Y claro está, la generosa comida llegó a agotarse, pero el ambiente festivo con la música de charangas, continuaba porque Benavente sigue de fiesta.