"Guajira", la XI Vaca de la Sangría con nombre de son cubano, anticipó el devenir os dos encierros de novillos programados tras el ecuador de las fiestas del Toro Enmaromado: limpios y sin incidentes. La res de cajón que dona la Peña no te Embales contribuyó al divertimento de los mozos y los utreros pusieron la guinda.

El desenjaule tuvo lugar a las 20.30 horas y la vaca estuvo en la calle más tiempo del previsto. Salió del cajón y subió por el itinerario del vallado, pero volvió por su fueros al punto de partida y obligó a demorar la primera suelta de novillos. La vaca no dio problemas y sí satisfacción a los escasos corredores que se atrevieron a citarla, recortarla y reconducirla por el recorrido vallado hasta el toril.

El primer encierro, con cuatro novillos de la ganadería de Juan Manuel Criado, se resolvió se forma limpia. No hubo demasiados corredores delante de las astas, así que la carrera resultó cómoda. Transcurrió en apenas unos minutos. Los novillos llegaron al toril y fueron enchiquerados. Los bueyes regresaron al punto de partida y en cosa de minutos se soltó la remesa de utreros del Conde de Cabral. Fue otra carrera rápida con amplitud de espacio para los corredores, al menos en el primer tramo. El son de "Guajira" concluyó bien.